Teníamos constancia desde el día de ayer de que una joven, domiciliada en Granada Capital pero cuyo padre ha estado ligado laboralmente a Motril, se encontraba desaparecida en circunstancias que hacían sospechar que era contra su voluntad.
Después de ponernos en contacto con su padre esta mañana a última hora de la misma aparecía en el barrio de la Chana de Granada. Antonio nos cuenta el infierno que ha vivido justamente cuando su hija, de 18 años de edad, estaba siendo trasladada a un centro hospitalario para el correspondiente reconocimiento facultativo.
Muy claro el padre nos dice que "hay que controlar las redes sociales de las jóvenes". "A veces hay que dar un golpe en la mesa porque desconocen los peligros que hay ahí afuera".
Han vivido, tanto Antonio como su esposa, un auténtico infierno pero en este caso con un final feliz.
Foto: Facilitada por la familia