En 2004 se contabilizaron 4.779 casas vendidas en Marbella, 145 más que en el pasado 2021. Desde entonces, no se alcanzaba una cifra como la del pasado año. Además, entre octubre, noviembre y diciembre de 2021 se realizaron 1.529 transacciones. Nunca antes se habían hecho tantas en la ciudad en ese periodo. Son todos ellos números que evidencian que la ciudad sigue siendo un destino preferente, ahora para un nuevo tipo de comprador; el ciudadano europeo que teletrabaja, según consideran la delegada municipal de Urbanismo, María Francisca Caracuel, y el abogado especializado en el sector, Alejandro Criado.
El valor de las viviendas vendidas -con un precio medio alto-, la tipología -la mayoría de nueva construcción-, y los lugares donde se han levantado -urbanizaciones y zonas alejadas de los cascos urbanos- invitan a pensar en que las ventas no han sido por una necesidad creada por la crisis del COVID.
Comienzan las obras del vivero municipal de Marbella con el que el Ayuntamiento se autoabastecerá de plantas ornamentales reduciendo considerablemente, según palabras del delegado de Parques y Jardines, Diego López, el gasto en la compra de especies.El espacio natural, ubicado en la zona de Las Chapas, posibilitará el cultivo de 334.000 unidades cada año. Así se reducirán, hasta quedarse en una mínima inversión, los 200.000 euros que el Consistorio destina anualmente a la compra de plantas a empresas externas. En este sentido, el responsable municipal ha explicado que el ahorro será en todas las especies, principalmente en las más utilizadas, como las petunias, en las que se reducirán los costes de adquisición en un 85%; las begonias, en las que será del 90%; los tagetes, con una bajada del 91%; y los impatiens, con un 95%. Además se prevé la instalación de 833 metros cuadrados de albercas de inundación, una superficie que posibilitaría una producción de casi 42.000 plantas y que, con una media de ocho ciclos, alcanzaría el suministro actual del Ayuntamiento cada año.