Segunda fase de videovigilancia, a punto
29 camáras distribuidas entre el puerto Virgen del Carmen, Ricardo Soriano y el centro histórico de Marbella componen la definitiva segunda fase de la videovigilancia para el municipio.
Junto con ellas, se instalarán otras 19 con dispositivo LPR que permitirán visionar las matrículas de los vehículos que entren en el término municipal. El proceso ha cumplido su penúltimo trámite después de que saliera el mes pasado a licitación y sólo una empresa haya presentado su oferta. Ahora hay un plazo de entre un mes y un mes y medio para la adjudicación y la firma del contrato, y después la empresa tiene tres meses para empezar la instalación que, entre otras características, incluye el cableado de cinco kilómetros de fibra óptica. Así, calcula el delegado de Seguridad Ciudadana, José Eduardo Díaz, para los comienzos de 2022 estará operativo el sistema integrado por unos dispositivos a la última.
Del proyecto inicial, Delegación del Gobierno en Andalucía rechazó las 36 cámaras previstas para San Pedro Alcántara, al no haber en la localidad el índice de delincuencia suficiente, según explica el comisario Enrique Lamelas.
Restricciones COVID-19
No habrá de momento confinamientos perimetrales de municipios, pero lo que sí baraja la Junta de Andalucía es limitar el horario de venta de alcohol y evitar eventos multitudinarios en las localidades con alta tasa de contagio del coronavirus.
Según concreta la Consejería de Salud, podrían delimitarse las zonas, espacios o calles del municipio en los que no sea posible mantener una distancia mínima de metro y medio entre las personas, salvo grupos de convivientes. También estudia limitar el horario de venta de bebidas alcohólicas en establecimientos comerciales, cerrar los parques y jardines, aplazar la celebración de eventos multitudinarios hasta que no mejore la situación epidemiológica y cerrar las playas para el ocio y esparcimiento, exceptuándose los servicios de restauración instalados en las mismas.
Otra medida presentada incluye intensificar la vigilancia en el cumplimiento de las medidas de aforo, número de comensales y distanciamiento de mesas de los establecimientos de ocio nocturno, así como de restauración y hostelería, con o sin música.
La adopción de estas medidas debería tener una duración mínima de siete días y se acompañarían de su comunicación y evaluación continua de la situación epidemiológica.