El paso del Coronado de Espinas por Larios
La Hermandad del Santo Cristo Coronado de Espinas y Nuestra Señora de Gracia y Esperanza ha discurrido por las calles de Málaga
El Cristo Coronado de Espinas es una talla sedente, de posición frontal y cabeza inclinada, con afinidades estilísticas a uno de los grabados de Paul-Gustavé
Doré que ilustraba el Nuevo Testamento en su célebre edición de La Biblia (1.866). La mirada hacia el costado derecho busca un punto concreto para entablar diálogo con sus interlocutores. Entronca estilísticamente con la escuela imaginera granadina reivindicada en la postguerra por escultores como José Navas-Parejo, José Gabriel Martín Simón, Pérez Hidalgo, Nicolás Prado López y el mismo Moreira.
Se trata de uno de los tronos más significativos y peculiares de la Semana Santa malagueña ya que representa una versión muy personal del trono de carrete que Alarcón Ramírez tituló como “magnificación de una carroza triunfal sobre la que Cristo Rey es Coronado de Espinas”.
Velasco fusiona en una única estructura la sinuosidad de la peana de carrete con la cita al trono- templete de brazos convergentes sustentado sobre poderosos roleos vegetales. El resultado es un conjunto donde una serie de plataformas o peanas sirven de sostén a la Imagen, entendida por el autor como auténtico vértice teológico y compositivo.