Se trata de la Rugulopterix Okamurae, conocida como el alga asiática invasora, y precisamente por ese adjetivo de invasora puede resultar preocupante. Fue descubierta en Occidente en 2015, cuando fue detectada en Ceuta, Por su facilidad de reproducción es difícil de controlar y se ha notificado una rápida proliferación en el fondo marino de la Costa del Sol y de la costa de Cádiz.
¿Hasta qué punto puede afectar a nuestra biodiversidad? ¿Y la pesca? Si miramos más allá, ¿puede afectar al turismo? De todo ello hemos hablado con Lucrecia Souvirón, doctora en Biología y coordinadora de Conservación e Investigación de la Fundación Aula del Mar Mediterráneo.