Mitreco tramita otro parque eólico marino muy próximo a aguas del parque natural de Cabo de Gata
De salir adelante, un total de 21 aerogeneradores se instalarán a unos cuatro kilómetros del litoral del parque, en el tramo entre la Isleta del Moro y Aguamarga. Contaría además con un cableado terrestre que atravesaría hasta cuatro zonas con nivel de protección ambiental como hábitats de interés comunitario
El Gobierno ha iniciado la tramitación de un nuevo proyecto para instalar un parque eólico marino con 21 aerogeneradores que se ubicarían, en algunos puntos, a "apenas cuatro kilómetros" del litoral del parque natural de Cabo de Gata-Níjar (Almería), en el tramo entre la Isleta del Moro y Aguamarga. El parque eólico marino 'Alwind', de 300 MW y que acaba de iniciar la fase potestativa ante el Miteco, está promovido por el Grupo Cobra, antigua filial de ACS, que indica que el proyecto se ubicaría en una zona definida como "potenciales y prioritarias" para este tipo de instalación en los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), sin publicación definitiva, y "con acceso" al nudo de Transición Justa debido al cierre de la central térmica 'Litoral' de Carboneras.
De acuerdo a la previsión que da el documento inicial presentado por la empresa, consultado por Europa Press, estaría generando una producción anual estimada de 833 GWh/año. Afirma en sus conclusiones que el "desarrollo" del proyecto "no interfiere" con la "presencia" de "hábitats sensibles ni espacio naturales protegidos", aunque reconoce "potenciales impactos" a "evitar" en las "comunidades costeras".
Recoge que Cabo de Gata es el "ámbito que más se verá afectado con la irrupción del parque eólico, ya que es la zona de costa más cercana a la zona de implantación propuesta con puntos del ámbito a apenas cuatro kilómetros de la implantación" y remarca que este espacio "contiene todas las figuras de protección posibles como ZEC, ZEPA y parque Natural", por lo que --añade-- "es una zona de alto valor ecológico". El documento inicial asegura, asimismo, que se ha tenido en cuenta "la visibilidad" de los 21 aerogeneradores que alcanzarán "una altitud aproximada de 260 metros", causando una "intrusión visual en la unidad lámina de agua, de forma que su visualización será posible desde puntos que estén alejados a varios kilómetros". "En las fases futuras del proyecto y dentro de la Evaluación Ordinaria de Impacto Ambiental correspondiente, se realizará un estudio del paisaje exhaustivo", precisa no sin antes mencionar la presencia de numerosas calas y playas turísticas.
El promotor traslada al Miteco que los "efectos ambientales del proyecto están principalmente asociados a la fase de obras", por lo que son "temporales y localizados" aunque habla también de efectos ambientales "significativos" al medio marino por la ocupación del fondo por los sistemas de anclaje de los aerogeneradores, las columnas y los cables, y por el funcionamiento, que genera "ruido que puede afectar a las comunidades de cetáceos marinos". Concreta que este impacto alcanza el nivel de "significativo" en el caso de las aves por "colisión" con los molinos, mientras que alude a una posible afección a comunidades pelágicas por el "campo electromagnético" generado por el cableado.
Con respecto a la actividad pesquera, el documento inicial indica que "no interfiere" ya que se ubica fuera de la cota "donde mayor actividad presentan las nasas" y "fuera" de los "principales" caladeros, al tiempo que avisa de que durante la fase de obra "sí se producirían prohibiciones temporales".
La empresa plantea tres alternativas de ubicación, todas con los aerogeneradores a cuatro kilómetros del litoral "con diversas calas turísticas" de Cabo de Gata-Níjar sobre una superficie de 66,9 kilómetros cuadrados, y también tres alternativas de trazado del cableado tanto marino como terrestre. Respecto a la ubicación, se decanta por una de las alternativas que, a su juicio, "no supone afección a hábitats naturales", aunque sí colinda al sur el Lugar de Interés Comunitario (LIC) marino 'Seco de los Olivos'.
Para el cableado marino opta por un trazado de 3,9 kilómetros que discurre por "fondos detríticos costeros, que descarta atravesar praderas de posidonia, y que en la zona más próxima a la costa, que no entra en conflicto con la zona de playa aunque colinda con instalaciones acuícolas".
Por último, el cableado terrestre de 722 metros sí atravesaría "en su zona más próxima" hasta cuatro zonas con nivel de protección ambiental como hábitats de interés comunitario aunque "no requiere el uso de la playa que se encuentra próxima".