Si hablamos en términos mediáticos y políticos, todos los focos de este domingo apuntan al País Vasco. El motivo no es otro que las elecciones autonómicas que tienen lugar en esta jornada electoral, que darán lugar a la XIII Legislatura y que supondrán el relevo de Íñigo Urkullu, que ha ostentado el cargo desde 2012.
Están llamados casi dos millones de ciudadanos vascos que son los que acudirán a los colegios electorales para depositar su voto en las urnas. Una de las particularidades de estos comicios es además que el Parlamento de Euskadi cuentan con un sistema electoral único en España. Está compuesto por 75 parlamentarios y, por tanto, para conseguir la mayoría absoluta hay que sumar 38.
La asignación de estos escaños se realiza mediante la Ley D'Hondt, un sistema electoral de cálculo proporcional que se utiliza para repartir los escaños.
Además, cualquier candidatura debe obtener al menos 3% de los votos válidos emitidos para poder acceder al reparto de escaños en el Parlamento vasco, según lo establecido en el artículo 11 de la Ley 5/1990, de 15 de junio, de Elecciones al Parlamento Vasco.
Su composición es paritaria, es decir, que el número de representantes es el mismo (25) en Álava, Vizcaya y Gipuzkoa, de acuerdo con el portal de Transparencia del Gobierno Vasco. Debido a esto, el sistema electoral vasco es el único de España que no tiene en cuenta a la población para la repartición de escaños, por ello que se reparten proporcionalmente los escaños entre sus tres provincias.
Tal y como recoge el Estatuto de Autonomía del País Vasco en su artículo 26.1: "El Parlamento vasco estará integrado por un número igual de representantes de cada Territorio Histórico (Álava, Vizcaya y Gipuzkoa) elegido por sufragio universal, libre, directo y secreto".
Según los datos del INE, para las elecciones al Parlamento Vasco 2024, el censo electoral será de casi 1,8 millones de ciudadanos; la provincia de Vizcaya cuenta con 945.878 votantes, Gipuzkoa cuenta con 587.711 y Álava 261.623.
Con estos datos y según el sistema electoral autonómico del País Vasco, el voto de un elector alavés vale 2,6 veces más que el de un votante de Vizcaya y 2,24 veces más que el voto de un elector gipuzkoano. Este es un aspecto muy a tener en cuenta, ya que esta particularidad electoral puede concurrir en que algunas fuerzas políticas queden sobrerrepresentadas en el Parlamento.