La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, reconoció este miércoles su derrota en las elecciones asegurando que el resultado no es el que querían ni por el que trabajaron, pero prometió que "la luz del EE.UU. prometido volverá".
"El resultado no es el que quisimos ni por el que trabajamos ni por el que votamos, pero la luz del EE.UU. prometido volverá mientras sigamos trabajando y sigamos luchando", apuntó la candidata demócrata en su discurso de reconocimiento de la derrota en los comicios, que ganó ayer el expresidente Donald Trump (2017-2021).
Harris aseguró que deben "aceptar los resultados de estas elecciones" porque "un principio democrático es que cuando perdemos unas elecciones hay que reconocerlo", y subrayó que trabajará para "una transición pacífica de poder".
No obstante, la vicepresidenta estadounidense ha indicado que no dejará de luchar "por la libertad, por las oportunidades, por la justicia y la dignidad de todas las personas". "Una lucha por los ideales fundamentales de nuestra nación, los ideales que reflejan lo mejor de Estados Unidos", ha dicho.
Durante su discurso también ha destacado su compromiso para que las mujeres de Estados Unidos "tengan la libertad de tomar decisiones sobre su propio cuerpo", en alusión al aborto, una de sus principales medidas durante la campaña electoral.
Harris se enfrenta a una amarga derrota después de que el expresidente Trump se haya erigido como ganador virtual de las elecciones presidenciales tras superar con creces los 270 votos electorales, el umbral necesario establecido por la ley.
Con muy poco tiempo para perfilar su campaña, Harris se ha centrado en cuestiones ya conocidas para los votantes demócratas y que la perfilaban más como una figura de continuidad que como una política rompedora y favorecedora del cambio.
A nivel interno, Harris ha abanderando cuestiones como la defensa de las mujeres, las personas racializadas y los derechos de la comunidad LGTBI, y ha reivindicado la lucha contra la desigualdad y la importancia de salvaguardar el acceso al aborto y a la asistencia sanitaria.