Desde el inicio del partido, España se hizo con la pelota mientras que Francia decidió esperar atrás para poder aprovechar a la contra, los huecos que la selección podía dejar en la zaga. Ambos salieron con mucho respeto al rival, pero era España quien empezaba a hacerse dueño del partido.
A los dieciocho minutos, Andrés Iniesta recibe un balón en la banda izquierda que no parecía suponer ningún peligro para la zaga francesa. Levanta la cabeza y le deja el balón a Jordi Alba, que doblaba por su espalda, y le deja en posición franca para que poner el centro al segundo palo. Ahí esperaba Xabi Alonso, que hoy cumplía cien partidos como internacional, para cruzar un balón imparable para Lloris, que no puedo llegar. Todo se ponía de cara para España.
Francia intento reaccionar, pero España parecía encontrarse muy cómoda en el terreno de juego. A los treinta minutos, llegó el primer tiro de los franceses. Cabaye colocó una falta muy lejana a la escuadra de Casillas, que envió a córner sin mayores apuros. Pese a que lo intentaban, el combinado nacional no cedió y se llegó al descanso con el uno a cero.
La segunda parte comenzó como terminó la primera, Francia apretaba pero era la Roja quien seguía dominando el partido. En el minuto cincuenta y nueve, un cabezazo de Debuchy se machó lamiendo el larguero de Casillas, metiendo el miedo en la selección. Un minuto después, España respondió con un pase de Xavi a Cesc que le dejaba solo delante de Lloris, que reaccionó a tiempo y le arrebató el balón cuando el regate parecía hecho.
España necesitaba velocidad arriba para intentar cerrar el partido con los espacios que Francia iba dejando a medida que pasaban los minutos. Por ello, Del Bosque dio entrada a Pedro y a Torres por Silva y Cesc en el sesenta y cinco.
Algo parecía que iba a pasar. Francia se fue en busca del empate, pero España se defendía de la única manera que sabe, con la pelota controlada. Apenas sufrió para mantener a raya a Benzema y compañía, que no volvió a rematar a puerta.
En el minuto noventa y uno, Pedro culminó el gran partido que había hecho desde su salida. Recibió el balón en el área y con una bicicleta, dejó sentado a su marca y se plantó delante de Lloris. Reveillere le derriba por detrás y el árbitro pitó penalti. Xabi Alonso aguantó los nervios y anotó el dos cero definitivo.
España vuelve a meterse en semifinales jugando de la única manera que sabe, tocando y tocando. Francia, pese a intentarlo, no fue capaz de inquietar a Casillas y se rindió ante la evidencia. Nos espera la Portugal de Crisitiano Ronaldo, último obstáculo antes de la gran final.