El Real Madrid pasa cómodo a octavos y se enfrentará a Osasuna
El Real Madrid ha superado claramente la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey en el Bernabéu. Los goles de Illarramendi y Di María dejan al Olimpic de Xátiva fuera de combate.
El Real Madrid no tuvo problemas para espantar los fantasmas del 'Alcorconazo' y ganó con comodidad 2-0 al Olímpic de Xàtiva, que sucumbió al resurgir de Ángel Di María, cuestionado tras el último encuentro de los blancos ante Osasuna.
Cada vez que un equipo de menor categoría que el club madridista se cruza en su camino en la Copa del Rey, es inevitable volver a acordarse de la humillante derrota que sufrió ante el Alcorcón en la temporada 2009/2010. Aquel 4-0 en el Estadio de Santo Domingo marcó un antes y un después en las eliminatorias coperas merengues.
La palabra "Alcorconazo" ya es común en partidos como el que enfrentó a los blancos con el Olìmpcic de Xátiva. Sólo el recuerdo impone y da miedo.
Pero, en esta ocasión, los suplentes del Real Madrid no dieron opciones a un rival que, con otro sistema de competición diferente, habría tenido opciones de pasar a octavos de final.
Es el problema de una Copa del Rey poco solidaria con los equipos pequeños. Disputar las eliminatorias a un solo partido, crearía mucho más interés en el espectador. Habría más sorpresas y más incertidumbre.
Y, tal y como jugó el Real Madrid en el choque de ida, que terminó 0-0, tal vez hasta podría haberse quedado fuera del torneo. Pero no es así y los hombres de Ancelotti, a medio gas, se impusieron sin problemas en un partido muy plano y aburrido.
Era el día de Álvaro Morata, Jesé Rodríguez y Casemiro, poco habituales en las alineaciones y con la necesidad de mostrar sus cualidades para pedir a gritos más minutos en otros duelos más importantes. Ellos no fueron los únicos que necesitaban reivindicarse.
También lo tenía que hacer Di María, en el punto de mira después de aparecer como un fantasma por el césped del campo de Osasuna.
Eclipsado por el galés Gareth Bale, lesionado para la cita ante el equipo de Xàtiva, el argentino parecía pensar en historias diferentes al fútbol que no vienen muy bien para su futuro en el Real Madrid.
Para despejar dudas, decidió volver a ser aquel futbolista eléctrico e incómodo para sus rivales y, ya de paso, ser útil a un Real Madrid apagado y con pocas ideas para romper la muralla visitante.
Suyas fueron todas las acciones de peligro y suyo fue el honor de ser el hombre de un partido que no pasará a los anales de la historia. Acompañado de algunos detalles de Isco y de la buena colocación y criterio de Illarramendi, Di María comenzó a calentar con un disparo de falta que rozó la escuadra de la portería defendida por Francis.
Poco después, en el minuto 16, dio un pase perfecto a Jesé desde el centro del campo que el canterano cedió a Illarramendi para abrir el marcador y firmar su primer gol como madridista.
El internacional albiceleste siguió con su pequeño recital y otro pase suyo a la cabeza de Morata, en el minuto 27, sirvió para provocar un penalti por mano de Kike Alcázar que él mismo transformó con incertidumbre. Fue el preludio de una internada por su banda y que acabó en un centro con la pierna derecha que a punto estuvieron de rematar Jesé y Morata.
Así acabó la primera parte, que dio paso a una segunda más gris aún que la primera. Salieron Marcelo, Xabi Alonso -ovacionado- y Benzema, pero apenas hubo muchas más historias que contar, salvo un terrible choque entre Casillas y Casemiro, de una eliminatoria que pasó el Real Madrid por inercia. Por eso y por las apariciones fugaces de Di María, que resucitó para espantar el "Alcorconazo".