Hamilton conquista el Mundial al ganar en EEUU con Sainz séptimo y Alonso undécimo
A la primera lo consiguió. En el primer match ball que tenía por delante, Lewis Hamilton se ha hecho con su tercer Mundial de F1 y con el segundo que logra en el equipo Mercedes. El británico ha ganado en Estados Unidos por delante de Nico Rosberg y de Sebastian Vettel en un carrerón repleto de alternativas que le ha coronado como tricampeón. Sainz ha terminado séptimo y Alonso undécimo.
Y tras la lluvia llegó la claridad.Llegó la luz del sol. La luz de Hamilton. La luz del que ya es campeón, tricampeón mejor dicho. Del que ya ha ganado tres veces el Mundial de Fórmula 1. Ha sido en EEUU, en Austin, en una pista que le gusta y en la que se gusta. En la que ha vuelto a demostrar que es el mejor y por qué es el mejor. Ha ganado, ha hecho lo que tenía que hacer, lo que sabe hacer, y con Rosberg segundo y Vettel tercero sale de Texas con su tercer entorchado mundialista de la máxima competición de monoplazas del planeta.
A la primera. No necesito ningún intento más. Sólo uno. En el primer intento, en la primera ocasión que tuvo para ser el primer británico en ser tricampeón, se colgó la medalla que le corona como el mejor de este año. Como el que mejor ha rendido. Como el que mejor ha competido. Como el que ha sabido domar de mejor forma la enorme máquina que Mercedes ha puesto a su disposición. Otros, con lo mismo, luchan por ser segundos. Él ha ganado el campeonato a falta de tres carreras.
Y lo ha hecho de inmensa forma. En una de esas pruebas complicadas, con variantes. Llenas de opciones, de dificultades, de toques, de safety car y de adelantamientos. Con comienzo en mojado. Con final en lluvia. Como no querría alguien que tiene todo que perder y poco que ganar. Él se arriesgó, fue el primero en cambiar de neumáticos de intermedio a seco de todos cuantos iban en cabeza para que luego le siguieran los demás. Aguantó a los Red Bull en su mejor momento, los adelantó cuando tuvo que hacerlos y al final se colocó primero.
Lo logró porque Rosberg volvió a fallar. Con todo el camino despejado Nico se equivocó. Se fue largo, dejando todo libre para que Lewis llegara y comandara. Para que el tricampeonato empezara a ser ya real. A serlo en Austin, porque lo iba a ser igualmente. Y para volver a dejar con cara de 'qué ha pasado' a su compañero alemán. Al final tuvo en su mano estropearle la fiesta si se hubiera dejado pasar por Vettel... pero no, no fue malo. No lo hizo.
Grandes carreras de Sainz y Alonso
Eso sí, Lewis esperó hasta que cruzaron ambos para levantar los brazos. Para empezar a pensar en cómo hacer los 'donuts' de celebración, y de sanción, de alegre sanción. No tan alegre fue la de Carlos Sainz, de cinco segundos por exceder el límite de velocidad en el pit lane y que le valió perder la sexta plaza final en favor de Button. Carrerón el del madrileño, que empezaba en el 19 y que con un ritmo bestial tanto en mojado como en seco demostró el poder del Toro Rosso en este tipo de circuitos. Verstappen, cuarto, hizo lo propio.
El de Jenson fue el único de los dos McLaren-Honda que terminó en los puntos, pero por fin se pudieron apreciar ciertos brotes verdes. A la dureza ya conocida del coche, al menos en el apartado exterior, se suma el hecho de que al menos en EEUU no les pasaban como flechas. Alonso, nada más empezar,tuvo un toque con Massa por el que el brasileño no recibió sanción alguna y dio con su monoplaza color grafito al final de la parrilla, pero desde ahí inició una remontada que solo paró el desgaste de neumáticos y un fallo eléctrico.
Porque Fernando llegó a rodar quinto, adelantando por el camino al Toro Rosso de Sainz, al Lotus de Maldonado, al Force India de Sergio Pérez... Pero se vino abajo cuando se decidieron los puntos. Cuando Ricciardo, investigado por un toque con Hulkenberg, le adelantó justo en las últimas curvas. Cero puntos, pero buenas sensaciones para la, según las sensaciones de Alonso, "mejor carrera" que ha hecho en años.
Mercedes recoge los frutos de su trabajo
No le da para competir con Mercedes, de momento, porque en Woking y en Japón queda mucho caino y trabajo por recorrer. En Mercedes ya lo han caminado, y en estas dos últimas temporadas han recogido una grandiosa cosecha. Dos Mundiales de constructores, dos Mundiales de pilotos gracias a Lewis Hamilton. Fiesta en la escudería alemana. Fiesta merecida. Enhorabuena al tricampeón.