Carlos Sainz: "Me merezco el derecho de poder correr hasta que quiera"
El piloto de rallys Carlos Sainz afronta "muy animado" el Dakar 2017, con sede en Paraguay, Bolivia y Argentina entre el 2 y el 14 de enero. El madrileño, que ya tiene 54 años, prevé un 'raid' "duro", sobre todo por "la altitud y la parte física".
El piloto español Carlos Sainz está "muy animado" de cara a su nuevo paso por el Rally Dakar, un 'raid' que promete ser "duro" y en el que "pasan tantas cosas" que ve complicado hacer "estrategias" durante sus etapas, dejando claro además que han trabajado en la "fiabilidad" de su 'Peugeot 3008 DKR' para evitar fallos como en la última edición.
"El Dakar está claro que tiene su parte de estrategia y una de ellas es tratar de no abrir pista los días clave, lo que sucede si has ganado el día anterior. Pero cuando estás compitiendo el día antes, no tienes información de si vas primero, tercero o cuarto; de si vas perdiendo seis minutos... Las estrategias no son tan fáciles y además en esta carrera pasan tantas cosas, que es complicado hacerlas", admite Sainz en una entrevista facilitada por Peugeot.
Para Sainz, el ritmo del Rally Dakar "es de Mundial de Rallys"
El madrileño insiste en que "abrir pista penaliza" y por eso a "a nadie le gusta hacerlo, sobre todo con la nueva reglamentación con los 'way points' escondidos", pero deja claro que "nunca" ha especulado. "Hoy en día el ritmo aquí es de Mundial de Rallys; ya lo dijo Loeb el año pasado. Es una carrera por eliminación: un grupo de pilotos salimos a fondo y van cayendo unos y otros", añade.
El bicampeón del mundo de rallys respeta al 'raid', sobre todo "la altitud y la parte física". "Uno de los atractivos de esta carrera es que te lleva al límite en lo físico y en lo psíquico, pone a prueba al coche y a los pilotos. A veces, en mitad de una etapa, piensas que nunca se va a acabar. Se hace largo, pero es duro para todos, no solo para mí", confiesa.
Una de sus claves es "aclimatarse", hacer frente a la altitud
En este sentido, sólo tienen "pinceladas del recorrido" porque "la información real de la etapa te la dan el día antes", aunque pese a esto "a veces cuesta imaginarse cómo de difícil será la etapa". "Lo único que sabemos es lo que ha dicho Marc (Coma, director deportivo). Y los que le conocemos, sabemos que será duro, porque va a querer poner su sello en esta edición. Yo me he preparado para lo peor, porque estoy convencido de que Marc ha querido hacer un Dakar duro", indica.
Y una de las claves es superar la altitud de alguna de las etapas. "Competir, que no es lo mismo que ir en un enlace, a 4.500 metros; y dormir a esta altitud, es muy duro. Hay que aclimatarse, aunque por lo que he leído, incluso hasta cuando estás preparado nunca sabes cómo puede reaccionar el cuerpo", subraya el veterano piloto.
Está "muy animado" por el trabajo de su equipo en la fiabilidad
"Más vale prepararse todo lo que pueda y para eso hemos trabajado. Yo he hecho trabajo en hipoxia, con la máscara, primero en reposo y luego con ejercicio. Y ahora mismo estoy durmiendo en una especie de tienda de campaña que simula la altitud para tratar de aclimatarme", añade al respecto.
Con todo, afronta "muy animado" una nueva experiencia en el 'raid', para el que su equipo, tras los problemas del año pasado, ha trabajado en la "fiabilidad, uno de los puntos fundamentales y de los que te llevan al éxito", realizando "muchos test en Marruecos y en Zaragoza". "El equipo ha hecho lo máximo y nosotros también", reconoce.
Se considera con "derecho de poder correr hasta que quisiera"
"Soy de los más veteranos de la carrera. Y eso significa que me tengo que preparar más. El año pasado me encontré bastante cómodo y si no hubiéramos perdido 14 minutos en la segunda etapa, habríamos sido líderes desde el minuto uno hasta la retirada. Fuimos muy rápidos, y eso me anima a seguir. Cuando acabe esta edición analizaremos cómo ha sido, si hemos sido rápidos, si me he divertido, me he cansado...", prosigue Sainz.
Así, el madrileño se considera "privilegiado" de poder haberse dedicado al mundo de los rallys y que tras sus dos títulos mundiales y su victoria en el Dakar se "merecía el derecho de poder correr hasta que quisiera".
"Entiendo que mucha gente se pregunte qué hago aquí, corriendo con mi edad, qué necesidad tengo. Y la primera que me lo dice es mi mujer, que será la más feliz del mundo el día que decida dejar de correr. Aunque sabe lo que me gusta y cuánto me divierto, muchas veces me pregunta: '¿Pero de verdad te compensa todo lo que estás haciendo, irte a probar y a correr aquí y allá?", resalta el piloto de Peugeot.
"El 3008 DKR es el mejor dos ruedas motrices que he pilotado"
En cuanto a su coche para el Dakar, cree que "es el mejor dos ruedas motrices" que ha pilotado. "No quiero decir que otros coches que he pilotado antes sean mejores, es que no me gusta comparar dos de diferentes categorías, no es justo", aclara, recalcando que 3008 DKR resulta "bastante polivalente".
"En un tramo de rally no se pierde tanto como perdían habitualmente los 'buggies'. Ese ha sido el objetivo a la hora de trabajar en el coche", puntualiza.
De Marruecos a Dakar "hay una diferencia de tres milímetros"
Sainz contará con un modelo "con mejoras en la fiabilidad y en las suspensiones" y en el que han tenido que trabajar "en recuperar lo más posible la pérdida de potencia por la penalización de correr con una brida 1 milímetro más pequeña", insistiendo en que "uno de sus competidores más directos", Toyota, "le han dado dos mílimetros más".
"De esta forma, de cómo corrimos en Marruecos a cómo será el Dakar, hay una diferencia de tres milímetros. Eso son palabras mayores, porque estamos hablando de 70-80 CV de potencia", asevera.
Finalmente, admite que a su hijo Carlos le "encanta" el Dakar. "Y sí, se mete a opinar. Como soy un joven sin experiencia... Me hace mucha gracia, porque se invierten un poco los papeles respecto al resto del año", bromea respecto a cuando se disputa el Mundial de F-1.