Una vez más el Barcelona salió victorioso del Santiago Bernabéu pese a la revolución de Mourinho en el once y otro tempranero tanto, esta vez de Cristiano Ronaldo. El problema del Madrid ante el Barcelona comienza a ser un auténtico tormento. Cada Clásico se convierte en una historia con el mismo guión. Los de Mourinho salen en tromba, presión constante y un gol en una contra o error del Barcelona. El problema es que luego siempre llega el mazo del Barcelona. Esa es la única verdad.
Muchos quedaron retratados en el partido y no tanto por el resultado como por la actitud. Pepe debió ser expulsado tras un infame pisotón a Messi y después de fingir un manotazo en una dispuat con Cesc. Por si no fuera sufieciente dio alas a los de Guardiola cuando no llegó a tapar a Puyol tras una cesión impecable de Piqué en un córner.
Carvalho o Coentrao también merecieron ver el túnel de vestuarios antes de tiempo. Curiosamente todos portugueses y traidos de la mano de Mourinh. Allí el Madrid tiene un buen tema de reflexión.
El partido fue un calco de los jugados ahasta la fecha, a excepción de la final de la Copa del Rey. Los azulgrana poblaron el centro del campo y se hartaron a tocar ante un Madrid que se refugió a trás y lanzó contras con muchísimo peligro. Hasta que duró la gasolina en las filas blancas el partido estuvo igualado, pero al final l toque del Barcelona volvio a ser un lento e implacable rodillo.