Origi, Henderson, Fabinho, Wijnaldum, Salah, Firmino, Mané... El vestuario del Liverpool era una fiesta tras obrar la remontada ante el Barcelona en el partido de vuelta de semifinales en Anfield.
El equipo de Klopp hizo posible lo imposible y lo celebró en el vestuario. Allí, unos jugadores extasiados por el esfuerzo, sonreían, intercambiaban confesiones y bailaban.