Muy atrás hay que remontarse para encontrar una racha de resultados en la que el Real Madrid estuviera cuatro partidos consecutivos sin ganar. Sin perder también, pero sin ganar. El amarillo no era el problema para el cuadro madridista, pues el Eibar, de azulgrana, ha rascado un punto del Santiago Bernabéu tras lograr un 1-1 ante un equipo pastoso y sin apenas ideas en ataque. Fran Rico para los armeros y Bale para los locales hicieron los tantos del duelo.
El escenario era grande, pero el Eibar no se arrugó. Ni mucho menos. No le pudo la presión de sus poco exitosas visitas al templo madridista estos años atrás y salió a comerse a un rival que como es costumbre empezó el encuentro con una buena torrija encima. Los de Mendilibar se comieron al Madrid en intensidad, en ganas y en frescura. Sabían lo que querían y cómo querían hacerlo. Y lo hicieron.
A los cinco minutos ya iban ganando. Pedro León puso un buen centro desde la derecha que remató Fran Rico a la red ante la inmovilidad de Carvajal para cerrar a Pepe y Varane, y ante un Keylor que ni se movió ante el disparo. Era lo justo, y lo seguiría siendo en los minutos siguientes pues la respuesta del Real Madrid l 0-1 fue escasa. Fue nula.
Conexión Cristiano - Bale... y nada más
Los de Zidane no lograban hilvanar una sola jugada con criterio y eso solo podía llevar a la nada en ataque. O a que alguna acción a balón parado o en jugada individual se pudiera igualar el choque. Sucedió lo segundo. En el 17', Cristiano se marcó una buena jugada por la izquierda para poner con la zurda el balón a Bale que, de cabeza, puso el cuero en las redes de un Riesgo que poco pudo hacer.
Uno a uno, pero los blancos seguían sin encontrar resquicio en el ordenadísimo cuadro vasco. Se hincharon a dar centros desde las bandas, pero no había remates con peligro. No había claridad, y la ausencia de Modric no es razón ni excusa para que un Real Madrid se quede con la mente en blanco ante el Eibar en el Bernabéu. Salió Morata en la segunda parte por un desaparecido Benzema, pero el punta español también fue víctima de la falta de criterio en ataque de los de Zidane y presa del entramado defensivo planteado por Mendilibar.
Porque el segundo acto fue similar al primero, salvo por la ausencia de goles. Un encuentro espeso y sin apenas opciones para uno y para otro lado, y la ausencia de fluidez madridista dio incluso opciones al Eibar para poder hacer el 1-2 en alguna contra conforme pasaban los minutos. Y es que los nervios aparecieron, las prisas llegaron y la ofensiva del Real Madrid pudo originar algo peor que un empate. Y también algo mejor.
Adiós al liderato de la Liga
Pero no, esta vez no hubo minuto 93, ni 94 ni nada de nada. El Real Madrid no encontró la forma, por mérito del Eibar y por demérito propio, de conseguir un triunfo en el Santiago Bernabéu ante un rival a priori asequible en el calendario. Cuarto empate consecutivo, cuarto partido sin ganar, y las dudas que empiezan a sobrevolar por el Paseo de la Castellana. De momento, el liderato de la Liga ya no es merengue.