Porto, el tiempo pasado fue mejor
El conjunto portugués mantiene un carácter y una mentalidad que le permite rendir mejor en la Liga de Campeones y ante equipos superiores.
Madrid | 15.09.2021 18:08
En 2013 el Porto ganó la liga portuguesa en una agónica última jornada; en aquel equipo jugaban James Rodríguez, Jackson Martínez, Danilo, Alex Sandro Moutinho o Fernando. Entonces llegaron las ventas y los fichajes no tuvieron tanto éxito. Ocho años con dos ligas en su país y algún mérito europeo como la machada de eliminar a la Juventus la temporada pasada. Pero el Porto no ha vuelto a ser lo mismo. Hoy su plantilla no es la mejor de Portugal y el gol está en manos de un español, Toni Martínez, que ha hecho méritos en el Famalicao. Eso sí, el equipo de Sergio Conceiçao mantiene un carácter y una mentalidad que le permiten rendir mejor en Champions y ante equipos superiores. No son buenos tiempos para el fútbol en Oporto, pero no conviene subestimarlos.
Estilo: ataque vertical
Conceiçao siempre quiso un equipo ofensivo y físico, que presione en campo contrario y juegue como un grande; y lo sigue consiguiendo. El Porto se siente importante y por ello mantiene la misma filosofía que cuando ganaba la liga con holgura: atacar, abrir el campo por dos extremos rápidos y habilidosos, y no dar tregua en defensa, donde no se hacen prisioneros. Fue así como eliminaron a la Juventus, atacando y presionando, cuando muchos esperaban a un equipo débil parapetado en su campo.
Estrella: Corona
El mexicano ha estado cerca de salir de Oporto este pasado verano pero se ha terminado quedando como el jugador mejor pagado de la plantilla. Y se lo ha ganado. A sus 28 y tras seis temporada en Do Dragao, este centrocampista ofensivo ha ido creciendo temporada tras temporada. Parte desde la derecha pero se asocia con sus compañeros del mediocampo, y se descuelga con facilidad en el área, donde tiene un buen remate con ambas piernas. Son tiempos sin grandes estrellas en el equipo de Conceiçao; Jesús Corona es lo que más se le parece.
Debilidad: la medular
Hablamos de un equipo vertical y que vuelca mucho juego por las bandas. Así que el centro del campo a menudo se queda huérfano. Uribe y Costa se afanan en labores defensivas y de creación pero cuando el choque es de gran exigencia no pueden solos. Y cuando no pueden, el equipo acaba partiéndose en dos y entregándose a la contundencia de sus defensas -Pepe sigue siendo el rey- y a la inspiración de los delanteros. Así pues, el Porto no tiene capacidad para disputar el centro del campo ante un equipo bien armado.