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Madrid |
Georgia se estrena en un gran torneo internacional. Y lo hará con la ilusión del novato y la confianza de haber competido muy bien en los últimos dos años. Y esa nueva esperanza se personalizan en los dos hombres de moda en el fútbol georgiano, Kvaratskhelia y Mamardashvili, dos jugadores que se han convertido en estrellas mundiales, que ya cotizan como grandes talentos de futuro y que están llevando a la selección de su país a vivir un campeonato que hasta hace poco parecía vedado para los georgianos.
Es el primer torneo en tres décadas de historia y nadie puede pedir resultados al combinado georgiano. El primer partido del grupo, en el Westfalen de Dortmund y ante Turquía, será un día de fiesta nacional y los jugadores sólo querrán estar a la altura de la alegría del país. A partir de ahí, el grupo puede darle opciones de dar un paso más, porque sólo Portugal parece inalcanzable para los de Willy Sagnol.
La experiencia de Georgia en la Euro se personaliza en los dos hombres de moda en el fútbol georgiano, Kvaratskhelia y Mamardashvili, dos jugadores que se han convertido en estrellas mundiales
Por difícil que sea su apellido a este lado del Mar Negro, a Kvaratskhelia ya lo conocemos después de haber llevado al Napoli a ganar la liga italiana hace un año.
El georgiano es un extremo incansable, regateador y siempre vertical; por él pasa la mayor parte del ataque napolitano y por él pasará todo el caudal ofensivo de Georgia. Es la gran estrella del equipo, a la espera de que Mamardashvili confirme que es uno de los porteros más cotizados del planeta.
Georgia es nueva en un gran torneo y eso se tiene que notar, más incluso que su bajo nivel en algunas líneas. El gran trabajo de Willy Sagnol en los últimos años tendrá que completarse estos días con un curso intensivo de competitividad, algo de lo que el entrenador francés sabe mucho. Eso sí, quizás la ola de ilusión por la que pasa este equipo sea más poderosa que la experiencia de los rivales.