España llega a esta cita con el ánimo reforzado tras firmar un demoledor 1-7 en la históricamente siempre complicada visita a Georgia, en el que fue seguramente el partido más completo desde la llegada de Luis de la Fuente al banquillo y que debe servir para ir afianzando aún más el nuevo estilo que quiere implantar el riojano.
La selección llega afinada dispuesto a evitar cualquier tipo de sorpresa que complique su camino hacia el torneo continental del año que viene. Ofreció buen fútbol y 'pegada' en el Boris Paichadze, argumentos que quiere repetir ahora ante su afición, que abarrotará el estadio del Granada, en un choque que intentará encarrilar lo antes posible y donde, salvo sorpresa mayúscula, tendrá el dominio absoluto ante un rival que optará seguramente por defenderse con el mayor número de jugadores posibles.
En este sentido, De la Fuente debe apostar si hace cambios en el once respecto al choque de Tiflis más allá de los obligados por las bajas de Dani Olmo y Marco Asensio, titulares ante Georgia, pero que no pudieron acabar la primera parte por sendos problemas físicos y fueron sustituidos por el histórico Lamine Yamal y por Nico Williams.
En la concentración, Yéremi Pino y Ferran Torres han sido sus reemplazos, aunque, en teoría, ambos parecen por detrás de los extremos del FC Barcelona y del Athletic Club de cara a formar el tridente ofensivo ya que ambos también marcaron, por lo que el blaugrana podría alargar su alegría por el debut y el gol con su primera titularidad en la 'Roja'.
España se presenta muy superior a una Chipre que ha sumado derrotas en sus cuatro primeros partidos de este Grupo A, con sólo dos goles a favor y once en contra, y únicamente tuvo opciones de arañar algo positivo en casa ante Georgia, donde cayó 1-2 con un gol en los compases finales.
El equipo chipriota, además, es un rival que suele bajar mucho su rendimiento fuera de casa, más si visita a suelo español donde no sólo nunca ha ganado ni marcado, siendo víctima de sonoras goleadas como el 8-0 con el que la 'Roja' se vengó un año después de la afrenta recibida en septiembre de 1998, en lo que fue su última visita.