El ministro del Interior, Süleyman Soylu, informó a la prensa de que los fallecidos son al menos 38, de los que 30 eran policías, y los heridos ascienden a 155.
Los medios turcos asegura que los dos civiles fallecidos eran trabajadores del club de fútbol Besiktas.
Tres de los heridos se encuentran en estado crítico y seis están en cuidados intensivos, indicó el ministro del Sanidad, Recep Akdag. Soylu anunció que ya han sido detenidas 10 personas en relación con el doble atentado, sin que por el momento las autoridades hayan informado sobre la autoría del mismo.
El primer ataque tuvo lugar a las 19.29 GMT, cuando un coche bomba estalló cerca de un vehículo de transporte de la policía antidisturbios situado frente al estadio del Besiktas. Unos 45 segundos más tarde, un suicida se hizo explotar en medio de un grupo de policías en el cercano parque de Maçka. Las dos deflagraciones ocurrieron media hora después del final del partido que disputó el Besiktas con el Bursaspor, aunque los espectadores ya habían abandonado el recinto.
Los diez detenidos están vinculados con el coche bomba, pero las autoridades turcas no han atribuido por el momento el atentado a ninguna organización terrorista. Los analistas turcos señalan que tanto el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como el yihadista Estado Islámico (EI) podrían estar detrás del atentado.