La Real Sociedad ha logrado en su casa un nuevo triunfo muy trabajado ante el Espanyol (1-0), conseguido gracias a un grave error de Kiko Casilla, quien entregó un balón claro para el gol de Sergio Canales. El equipo barcelonés no llegaba en su mejor momento a Anoeta, implicado en el escándalo de los partidos amañados, eliminado en las semifinales de la Copa del Rey por el Athletic y con bajas importantes como las de Cañas y Fuentes en su alineación.
Sin embargo, no se notaron esos lastres y el conjunto de Sergio González dominó claramente a la Real en una primera mitad en la que Caicedo y Sergio García estuvieron muy activos, pero sin fortuna de cara al gol. El partido estaba trabado, parecía más cerca que el Espanyol se adelantara a que la Real pudiera tomar una iniciativa que en ningún caso merecía hasta que en el minuto 38 llegó el gran regalo de los visitantes en su semana aciaga.
Una cesión inocente a Casilla y unos segundos de laguna del cancerbero tarraconense se convirtieron en una entrega mansa a Sergio Canales en su intento por jugar el balón y el centrocampsita de la Real, con frialdad y calidad, marcó el 1-0 ante la desesperación del banquillo del equipo barcelonés. El encuentro continuó, a pesar de este chispazo, por un camino soso en el que los donostiarras no tenían cerrado el choque y su rival tampoco hacía mucho por abrirlo en su favor, el público se aburría y en el terreno de juego no pasaba nada hasta el minuto 62.
Un error en ese minuto en el medio campo del conjunto visitante habilitó a Chory Castro, que se fue solo hacia el área de Casilla, esperó a dos defensores, de los que se zafó en un palmo de terreno, y pasó el balón a Agirretxe, que en un cuerpo a cuerpo con el portero del Espanyol falló su remate.
Mejoró mucho el once de Barcelona con la entrada de Stuani en el tramo final del encuentro y el propio delantero uruguayo y su compañero Caicedo tuvieron sendas ocasiones para haber empatado el partido, pero no las aprovecharon.