El Eibar frena al Sevilla en el Sánchez Pizjuán
El Eibar demuestra en cada partido de Liga BBVA que de debutante tiene más bien poco. El conjunto armero ha sacado un empate ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán y los de Emery se van de vacaciones sin haber sumado los tres puntos en casa.
El Eibar demostró en el Sánchez Pizjuán las buenas hechuras con las que se mueve en su debut en la Liga BBVA y logró un meritorio empate a cero ante un Sevilla que siempre lo intentó, pero que no tuvo la pegada suficiente para abrir el marcador, con lo que perdió una oportunidad de consolidar su cuarta plaza.
Despedía el equipo de Unai Emery 2014, al haberse clasificado ya para los octavos de final de la Copa del Rey y también tener aplazado su partido de la decimosexta jornada en el estadio Santiago Bernabéu, por la participación del Real Madrid en el Mundial de Clubes, pero se marcha de vacaciones con el amargo sabor de no sumar los tres puntos ante un rival que sigue asentado en la zona media de la tabla.
Salió el Sevilla con ganas de llevar el mando y mover rápido el balón para desbordar el buen dispositivo defensivo del conjunto que entrena Gaizka Garitano, un equipo que ha debutado sin complejos en la máxima categoría y que, además, lleva mejores números como visitante que como local. El Eibar no se lo pensó nunca a la hora de montar contragolpes y demostrar que no solo vino al estadio hispalense a encerrarse, por lo que el Sevilla también tuvo que tuvo que preocuparse de las incursiones de jugadores como Mikel Arruabarrena o el italiano Federico Piovaccari.
En esta dinámica fue el meta Irureta el que tuvo que intervenir en alguna ocasión en intentos sevillistas por abrir el marcador, aunque los locales tuvieron también que elaborar mucho las jugadas para encontrar los pocos espacios que le dejó el rival y nunca vieron claro cómo superar las adversidades. El Eibar llegó a aburrir a la formación andaluza en la fase final de la primera parte y a crecerse para empezar a poner en apuros al portero Antonio Alberto Bastos 'Beto', como en un remate fuerte del centrocampista ghanés Derek Boateng al que respondió bien el portugués.
En la segunda parte, volvió el Sevilla a ponerle intensidad al partido en busca del gol y el polaco Gregory Krychowiak y el francés Kevin Gameiro tuvieron pronto buenas oportunidades para conseguirlo, pero el conjunto eibarrés nunca se descentró ante un rival que, con la entrada del colombiano Carlos Bacca, dispuso por momentos de dos delanteros centros para encontrar otras soluciones en ataque.
Con el transcurrir del choque, los locales aumentaron su presión e incluso le anularon un gol al camerunés Stéphane Mbia al indicar un asistente al árbitro que Bacca estaba en fuera de juego en esa jugada. La formación eibarresa cada vez salió menos de su campo al dar por bueno el empate a cero y se aprovechó de que el Sevilla ya jugó con el reloj en contra para manejar bien la situación y conseguir que el marcador no se moviera.