La democracia del deporte, en la UCI (Capítulo II)
Los procesos electorales de las federaciones muestran cada cuatro años que la democracia del deporte español está en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Cada vez que aparece un candidato que quiere terminar con el “establishment” se encuentra con un muro que la mayoría de las veces es infranqueable.
Los últimos escándalos que han vuelto a romper las costuras del sistema se están produciendo en las elecciones de Remo y Taekwondo con el beneplácito de un Consejo Superior de Deportes que, como en la mayoría de las ocasiones, se pone de perfil.
La Federación de Remo crea delegaciones "fantasmas" con derecho a voto y lleva las elecciones a 9 días de empezar los Juegos de Tokyo
El remo está siendo otro proceso electoral tortuoso. Con un procedimiento todavía abierto contra el que fuera presidente de la federación entre 1993 y 2016, Fernando Climent, con la Abogacía del Estado como acusación particular y en el que, la presuntamente perjudicada, la Federación, no se ha personado durante el mandato de Asunción Loriente, que anteriormente fue directiva de un Climent, que ve como su medalla de los Juegos de Los Angeles 84 se enturbia por momentos.
La Junta Electoral, que es elegida por la Asamblea saliente a propuesta de la junta directiva de Loriente, ha modificado por tercera vez el calendario electoral, La última o penúltima versión lleva el final del proceso al 14 de julio, a nueve días del arranque de los Juegos de Tokyo, es decir, un auténtico dislate y haciendo caso omiso a los avisos del CSD que, en carta de su Director General Joaquín Arístegui, amenazó a los presidentes con abrirles expedientes si no realizaban sus elecciones en 2020. En el remo poco caso le hicieron a un Arístegui, que no parece muy preocupado mientras espera el cambio de jefe o de trabajo visitando Qatar gracias a MotoGP.
En este tuit aparece Joaquín Aristegui como un privilegiado dentro de la burbuja de MotoGP junto a Joan Mir, Pol Espargaro, Maverick Viñales y Alex Márquez. Los cuatro pilotos ya se encuentran vacunados, como la mayoría de la familia del Mundial de motos.
A todo lo señalado, hay que sumar que el nuevo calendario fija la elección a los asambleístas un día laborable en Madrid, viernes 14 de mayo, lo que hace prácticamente imposible el desplazamiento desde otros lugares de España de los votantes.
El despropósito se podría rebajar con un voto por correo fácil, pero no es el caso. La modificación del calendario no ha conllevado una ampliación del voto por correo por lo que si algún censado no puede acudir presencialmente, ya no tendrá opción de ejercer su derecho.
Pero la mayor contradicción surge porque el proceso más largo de todas las federaciones con 152 días tendrá solo 5 para votar por correos a su Asamblea. Casualmente, el equipo nacional de remeros, con derecho a voto como Deportistas de Alto Nivel (DAN), estarán en la fecha de la votación presencial en la clasificación olímpica en la ciudad suiza de Lucerna. ¿No quieren que voten?
Y por si todo esto no fuera suficiente, la todavía presidenta de la Gestora y candidata a la reelección, Asunción Loriente, pretende quitarse de un plumazo a su rival en los comicios, Javier Cáceres, a través de una denuncia ante el Comité de Disciplina de la Federación que sigue presidiendo ella misma desde esa Gestora.
Pide Loriente la inhabilitación de su rival por su actitud en la Asamblea del pasado 13 de septiembre, al acusar a Cáceres de ir “a reventarla”. El candidato se defiende y afirma que lo que quería era identificar a los presentes porque consideraba que muchos de ellos no estaban legitimados para asistir a la Asamblea. Esa identificación no se produjo, lo que supone otra demostración de la falta de transparencia en las federaciones.
Por cierto, esa denuncia se puso el pasado mes de octubre y fue comunicada 72 días después al interesado coincidiendo con el inicio del proceso electoral el pasado 10 de febrero. De hecho, el aspirante Cáceres espera la resolución para el día que presente la candidatura.
El problema añadido es que los recursos ante el Tribunal Administrativo del Deporte suelen caer en saco roto, mientras el CSD sigue de perfil con su pasarela de secretarios de estado.