FC Barcelona 1- 1 PSG
El argentino salió en la segunda parte para solucionar una situación agónica tras el gol de Pastore. Pedro aprovechó una gran jugada del argentino con Villa para firmar la sexta semifinal consecutiva para el equipo azulgrana. Valdés fue clave en la primera parte con dos paradas de mérito.
La imagen de Messi cojo y disminuido fisicamente fue el fiel reflejo de la agónica clasificación del Barcelona. El equipo de Tito Vilanova estuvo al borde del ko ante un PSG que jugó un partido casi perfecto en el Camp Nou. Rozó la perfección el conjutno de Ancelotti, pero no supo frenar el ataque desesperado que se produjo con la entrada de Messi en la segunda parte. En esos diez minutos perdió la eliminatoria.
Todo el barcelonismo esperaba noticias de Messi y de inicio no fueron buenas. Al banquillo para empezar. La afición culé sabía que tocaba jugar sin su estrella, su faro en ataque. Xavi estuvo cerca de hacer olvidar al argentino en el primer minuto con un lanzamiento de falta que se perdió a centímetros de la escuadra.
Los primeros minutos fueron un tanteo entre los dos en los que prontó se notó que la baja de Messi sí se iba a notar en el juego del equipo. Busquets, un seguro en cada pase, solo tardó cuatro minutos en perder un balón que a punto estuvo de acabar en tragedia. Lavezzi se lanzó hacia Valdés pero Piqué apareció providenciasl para evitar el primer susto de la noche.
Las imprecisones en el Barcelona eran cosntantes y en ese río pescó el PSG durante todo el primer tiempo. Moura, Lavezzi, Alex... Lo mejor para el equipo de Tito Vilanova fue el 0-0 con el que se llegó al descanso. Mucha culpa de que no hubiera goles fue de Valdés, providencial con dos manos ante Lavezzi y Moura.
El Camp Nou despidió a sus jugadores en el intermedio con la intranquilidad por bandera. Hacía mucho que no se veía un partido tan malo del Barcelona, que no estuviera Messi es todo un sintoma.
La segunda parte certificó los peores presagios. Ibrahimovic cazó un balón en el centro y habilitó de forma magistral a Pastore, que rompió por velocidad a la adelantada zaga azulgrana. Tocaba remar y sufrir.
Algo más de diez minutos tardó en salir el salvador. Leo Messi fue recibido con jubilo por la grada y su sola presencia desestabilizo a la hasta ese momento segura zaga francesa.
Iniesta en dos oaciones y Piqué encendieron la grada y el partido. El PSG comenzó a sufrir y reculo. Ahí estuvo su error y su sentencia.
A veinte minutos del final Messi fabricó la jugada clave. Atrajo a dos defensores y filtró un pase a Villa. El asturiano vio la llega de Pedro por el centro y se la cedió en bandeja. El canario sdacó a relucir esa zurda de oro para enloquecer al Camp Nou.
Con el empate y la luz de vuelta al Camp Nou el PSG decidió morir arriba. Messi, renqueante desde la salida, ya no podía casi ni correr y al Barcelona se le acabó la gasolina en la recta final.
Con mucho sufrimiento el equipo azulgrana logró el pase, defendiendo en su área y con el Camp Nou al borde del infarto. La sexta semifinal consecuitvallegó con un sufrimiento máximo. Solo queda esperar que Messi recobre sensaciones. Las aspiraciones del Barcelona dependen de ello.