Lección de baloncesto
El Mundobasket de España se ha acabado. Muy lejos de como imaginamos todos que iba a ser. Han pasado cinco días y aún sigo perplejo. La incredulidad durará un tiempo más. Estados Unidos ha arrasado y ha logrado merecidamente la medalla de oro. Han dado una lección de baloncesto.
Pau Gasol ha sido incluido en el quinteto ideal del campeonato. Junto a Irving, qué exhibición la suya en la final, Batum (portentoso), Teodosic (le debe tanto a Djordjevic…) y Faried (éste me sobraba). Me hubiera gustado ver a Diaw entre los cinco mejores del torneo pues su clase es tan inmensa que incluso en un mal partido te deja con la boca abierta. Irving es el MVP, como debiera serlo el propio Djordjevic o Collet.
La final tuvo, por desgracia, poca historia. Brillantes minutos de Serbia al inicio que obligaron a Coach K. a pedir un tiempo muerto, abroncar al estilo americano a sus pupilos y éstos se pusieron manos a la obra. Al verles jugar uno se confirma en su impresión de que muchos les han faltado al respeto. Les hemos faltado al respeto. No son tan buenos como Durant, Lebron y compañía pero juegan mejor que nadie. Veloces, letales en el tiro, agresivos en defensa, imparables. No hemos tenido la posibilidad de batirnos en duelo con ellos, por lo que elucubrar sobre lo que hubiera sido capaz de hacer España ante los americanos no tiene ningún sentido.
Estuve muy atento a todo lo que hacía el seleccionador norteamericano. Y me sorprendió gratamente cómo realizaba los cambios sin inmutarse quién fuera el jugador que iba a sentarse en el banquillo. Harden, sí ese de la barba que se considera el mejor jugador de baloncesto en activo, fue sustituido por Coach K. tras una mala acción defensiva. Ni rechistar. Rose hizo una frivolité, y al banquillo. Ni rechistar. Curry se lanzó tres mandarinas seguidas, y al banquillo. Ni rechistar. Y te recuerdo que el partido acabó con 129 puntos anotados por Estados Unidos. Máximo respeto al entrenador, asumiendo los jugadores, estrellas de la NBA, que sus decisiones están tomadas por el bien colectivo.
Tengo la sensación que el partido de cuartos de final de España contra Francia, aún no se ha producido. Esta noche habremos de ir al Palacio a contar en el Radioestadio la eliminatoria crucial del Mundobasket. Caprichos de la mente y del pesar de la decepción. Abierto quedó el tiempo de reflexión y como les dijo Navarro a sus compañeros después de la derrota, esto no termina aquí. Cada uno debe pensar qué es lo que ha hecho mal para que en el futuro no se vuelva a repetir.
Desde el primero hasta el último de los componentes del EQUIPO español. Desde el presidente hasta los jugadores y técnicos. Unos más responsables que otros, tan responsables ahora como cuando nos hicieron alcanzar cumbres imposibles. Por eso es conveniente recordar todas las alegrías que nos dieron, todos los momentos memorables, tanta felicidad. Quizás por eso, todavía duele.
No voy a entrar en más disquisiciones sobre lo sucedido en el partido ante Francia. Vendida la piel del oso antes de cazarla, hemos otorgado motivaciones a aquellos que apenas necesitaban de ellas. Al principio de este viaje decía “Todos contra España”. Sin querer, hemos sido nosotros nuestro mayor rival y también hemos ido en nuestra contra. Y hemos dado una razón a Coach K. y su amplio equipo para conseguir que Estados Unidos se mostrara como un EQUIPO y nos diera a todos una lección de baloncesto. Este trayecto terminó. El viaje continúa.
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti