Eso propició un constante carrusel de cambios y probaturas en los sistemas antes una selección neerlandesa que demostró, pese a ser colista de grupo, tiene buena mano en el tiro si no se le defiende con intensidad.
Tras dos primeros cuartos muy igualados, 21-21 y 22-22, España fue ligeramente a más en el tercer cuarto (18-16) y sentenció en el definitivo (23-13). El campeón europeo Darío Brizuela fue el máximo anotador español con 16 puntos y Olaf Schaftenaar el del partido con 19.
El combinado nacional saltó a la pista muy acertado, animado enérgicamente por el público, pero poco a poco se fueron igualando las fuerzas. España se aplicó algo más en defensa en el tercer cuarto ante un adversario que sobrevivía con los triples.
En el último cuarto, cuatro puntos consecutivos de España aumentaron la ventaja, que posteriores triples de Santi Yusta y Darío Brizuela situaron por primera vez en el encuentro en 10 a cinco minutos para el final. En el intercambio de canastas la calidad española salió a relucir y no permitió que su rival pusiera en peligro la victoria.