España choca contra Antetokounmpo
En su primer partido de preparación para el Eurobasket, la renovada selección española de baloncesto sufrió una contundente derrota ante Grecia (86-70) en un duelo donde la estrella de la NBA Giannis Antetokounmpo (31 puntos y 10 rebotes) asumió todo el protagonismo.
Comenzó el enfrentamiento con el jugador de los Milwaukee Bucks y Willy Hernángómez sosteniendo ofensivamente a sus respectivas selecciones en las primeras anotaciones. Fueron los pocos instantes en los que España aguantó el tirón ya que a partir del 5-7 los actuales campeones del mundo no volverían a ponerse por delante.
Un parcial de 8-0, en el que Dorsey y Papanikolau se sumaron a la inspiración anotadora de Antetokounmpo, dio alas a un cuadro local que a partir de ese momento comenzó a verse superior ante un contrario que sufría en exceso en defensa.
Fue el inicio de los compases del partido donde Grecia superó por más del doble el puntaje de los españoles, que no encontraban soluciones en ninguna de las dos canastas. Así las cosas, con siete minutos jugados del segundo cuarto la diferencia era de veintiún puntos (46-25), pese a que cinco puntos sin réplica del debutante Lorenzo Brown habían dado algo de aire a los visitantes poniéndoles quince abajo.
España sufría y se veía desbordada. Pero fue ahí donde tocó fondo. Un parcial de 10-2 con canastas de los hermanos Hernangómez, de Rudy Fernández y un triple de Jaime Fernández permitió poner el 48-35 al filo del descanso y demostrar que, más allá de los ajustes que deben realizarse en el juego, la garra no se ha perdido en esta nueva etapa.
Sin embargo esa dinámica no fue suficiente para frenar el poderío de Giannis Antetokoumpo, que volvió de nuevo enchufado de los vestuarios para meter siete de los primeros nueve puntos del anfitrión en el tercer cuarto. Esa racha volvió a elevar la renta hasta los diecinueve (59-40) y, una vez más, España emergió del abismo.
Paso a paso, gracias a cuatro puntos de Sebas Saiz, un triple de Brizuela y aciertos de Sima y López-Aróstegui, cambió de manera radical el panorama y se forjó un 11-1 que provocó que España encarase el cuarto decisivo solo seis abajo (63-57, min 30).
Fue entonces cuando asomó una vez más Antekoumpo para poner las cosas en su sitio. El jugador de los Bucks volvió a cargar al equipo sobre sus anchas espaldas y esta vez lo hizo de manera definitiva, anotando con recurrencia y activando a sus compañeros y al pabellón, que disfrutaba con la exhibición de su estrella.
En algo más de cinco minutos transformó nueve puntos de todos los colores que apagaron el fuego español y subieron la ventaja de nuevo por encima de los quince puntos. Fue la piedra definitiva sobre la que se edificó la victoria. A España le esperan ahora dos días de reflexión y análisis para cobrarse la venganza en Madrid, donde volverán a verse las caras el jueves.