Delicia española
España exhibió todo su potencial en el primer cuarto ante Brasil. Se divirtió y encandiló a los espectadores.
Pau Gasol gritó, a su manera que es jugando al baloncesto, aquí estoy. Rápido, agresivo, intimidador y mostrando una variedad de recursos ofensivos escondidos los últimos años en la NBA por circunstancias que no vienen al caso. Pero no está recorriendo sólo el camino de la ilusión pues Navarro, la dirección de Ricky, Rudy, Marc y Llull le secundaron con brillantez. Faltan aún por aparecer nombres, el trayecto es largo y en los próximos días habré de escribir sobre Sergio Rodríguez o Calderón o Ibaka, por poner unos ejemplos.
El golpe encima de la mesa se dio y con contundencia. ¿Todo perfecto? Ni los internacionales, ni los técnicos ni nadie pueden pensar que España ya está al 100%. Detalles a mejorar como el ataque posicional, por momentos precipitado buscando demasiado rápido el lanzamiento en lugar de realizar un pase de más, permitirán mantener en los próximos partidos la tensión competitiva. Brasil, quizás, se guardó varios ases en la manga vista la puesta en escena y energía de España. No es un aspecto que me interese por cuanto significaría minimizar la actuación de la selección y restar valor a un brillante triunfo que perfila las posiciones del grupo.
Francia y Serbia terminarán de poner a prueba el potencial hispano. Ya habrá tiempo el jueves de hablar de la selección balcánica, una de las “tapadas” del Mundobasket. Francia acude a este torneo con bajas importantes, Parker y De Colo, y ello puede invitarnos a pensar que será una contienda tranquila. La rivalidad entre ambas selecciones obliga a tener en consideración a los galos, aun sin Astérix u Obélix, pues Diaw y Batum arrastran a un elenco de jugadores sin excesivo talento pero con el potencial físico de siempre.
Cuestiones técnicas o tácticas al margen, en un evento como el Mundial suceden siempre cosas que merecen y deben ser contadas. No entraré en detalles de muchas de las que nos suceden a los enviados especiales de Onda Cero, ya sabes quién conforma el EQUIPO (Albert Arranz y José Eduardo Martínez me acompañan), pero alguna quizás te pueda gustar tanto como a nosotros.
Me explico. El Palacio de los Deportes de Granada se encuentra a las afueras de la ciudad, diez minutos en taxi desde el centro, y allí pasamos el día entero pues desde primera hora las selecciones realizan sus respectivos entrenamientos y por la tarde se suceden los partidos desde las 15:30 hasta la medianoche. Hemos, por tanto, de encontrar en sus alrededores rincones donde almorzar o tomar un café en los momentos libres que tenemos. Tarea sencilla pues Granada se caracteriza, entre otras miles de virtudes, por su variedad gastronómica. Y hete aquí que, como mentes inquietas que somos, callejeamos hasta darnos de bruces con uno de los lugares en los que mejor nos tratan y en el que podemos degustar un riquísimo helado o un sabroso café. Delizia es su nombre y si te hablo de él es por la imagen que me sorprendió un día degustando un helado de natillas (con su canela y galleta María).
Uno de los triunfos del deporte español más brillante y meritorio ha coincido con el inicio de la Copa del Mundo. Carolina Marín, la mejor jugadora de bádminton del mundo. Y ¡oh sorpresa! ¡Su imagen decora la heladería! Sus dueños nos contaron muchas anécdotas, la conocen desde que era cría, y nos explicaron que su hija (Isabel Fernández, amiga de Carol) intenta seguir sus pasos. Badminton en España con Carolina Marín protagonista mundial, relacionada con Granada donde la selección española de baloncesto busca emular a la onubense. Delizia española.