El equipo de Ernesto Valverde fue siempre a contracorriente. Los 'leones' comenzaron con susto y terminaron arañándole tiempo al reloj. Sin acierto, sin la chispa del curso pasado y sin la frescura de otras veces, el Athletic no obró el milagro y quedó eliminado en la primera eliminatoria que jugaba en la Europa League esta temporada.
Los rojiblancos estuvieron más tiempo eliminados que con el billete en la mano. El tempranero penalti de Gurpegi al Torino permitió a los italianos tomar la delantera e ir poniendo tierra de por medio. Quagliarella no falló desde los 11 metros y el Athletic vio cómo sus planes comenzaban a trastocarse sobremanera.
El ambiente de las grandes noches estuvo más vigente que nunca en el nuevo San Mamés, pero los pupilos del 'Txingurri' no encontraron el camino. Cuando peor estaban las cosas para los vascos --lesión incluida de Gurpegi antes del descanso-- apareció la zurda de Iraola para poner el empate y dar la clasificación momentánea.
Iraola se inventó una gran jugada --tras un pase de Beñat-- y dejó tocado a su rival, que tampoco había dicho la última palabra antes del descanso. Maxi López, viejo conocido de la afición española, metió la cabeza al centro de Darmian, medido a la testa del argentino.
Sin embargo, el Athletic se había dado cuenta de cuál era la fórmula para seguir complicando a su oponente. El gol de López no impidió a los leones que incluso pudieran haber forzado la prórroga con el 2-2, gracias a un gol de De Marcos a la hora de partido, pero fue Darmian --el mismo que asistió al ariete argentino en el anterior gol--, quién dio la sentencia al 'Toro'.
El 2-3, y tras un palo de Williams, el Athletic necesitaba dos goles para seguir con vida y apenas restaba un cuarto de hora. Demasiado difícil para un equipo que pide aire a todas luces. La temporada puede hacérsele muy larga a un Athletic que comenzó en la 'Champions', pero que se fue de la Europa League a las primeras de cambio.