Espido Freire es una de los perfiles más importantes de la literatura española contemporánea. María Laura Espido Freire, su nombre real, nació en Bilbao en 1974 y con tan solo 25 años ganó un Premio Planeta gracias a su novela 'Melocotones helados'.
Actualmente es, entre otros, la autora de 'Madame Thermidor', la primera ficción para audio escrita y dirigida por ella misma que puedes escuchar en Onda Cero Podcast.
"En mi caso fue especial porque llegaba en el principio de mi carrera. Lo acepté con mucha naturalidad, no me sentía especialmente deslumbrada", apunta Espido Freire en relación a su Premio Planeta.
"Fue un incentivo para trabajar más y mejor. Así como en otros casos ese premio supuso un final a la carrera, en mi caso supuso un empuje y el inicio".
Los tiempos cambian y la sociedad debe adaptarse a nuevos retos. Es el caso de la literatura, que con el paso de los años ha ido conquistando nuevos formatos para no quedarse atrás. "Después de la gran recesión nos hemos tenido que reinventar en muchos aspectos en lo literario", apunta Espido.
"Dejar un legado atrás y enseñar aquello que para mí fue importante y complicado aprender ha sido parte de mi proceso creativo". Para la autora siempre ha sido tan importante "escribir y generar obra que reflexionar" sobre la misma. "Ha sido importante adaptarme a la creación que me permitiera contar historias lejos de los libros".
La autora española reconoce que para ella la memoria supone un ingrediente vital en sus obras. Su historia personal ha jugado un papel muy importante en su profesión y por eso considera que "la memoria y la emoción son esenciales" en todo lo que escribe.
"'Melocotones helados' habla de qué ocurre cuando las familias quieren olvidar de dónde vienen y quiénes han sido. Es complicado cuando una persona no recuerda quién ha sido".
Esta ficción narra la historia de Teresa Cabarrús, una española de descendencia navarra y francesa que se vio envuelta de lleno en la Revolución Francesa y la represión de Robespierre.
Espido desvela que a Cabarrús "la casaron muy joven con un aristócrata francés" y que, cuando tenía 30 años "había vivido ya seis vidas". Además, "Se comenta que fue uno de los amores imposibles de Napoleón".