Ignacio Varela: "El nacionalismo es un peligro para la humanidad y nunca hay que tomarse en serio lo que dicen"
Nuestro sospechoso de sábado reflexiona en Por fin no es lunes sobre el nacionalismo de Cataluña a raíz de la propuesta monolingüe temporal que lanzó el Ayuntamiento de Salt.
Esta semana, ha tenido un gran eco el llamamiento del Ayuntamiento de Salt, en la provincia de Girona, en el que pide que durante 3 semanas los habitantes de esa localidad respondan siempre en catalán a todo el mundo aunque les hablen en otro idioma, especialmente en castellano. Se buscaría así suprimir la costumbre de cambiar de uno a otro idioma que se considera un mal hábito, una propuesta a la que se han sumado otros alcaldes ¿cuánto hay de verdad y de impostura en estas declaraciones?
Desde la experiencia, Ignacio Varela comenta que "el nacionalismo es un peligro para la humanidad" y "nunca hay que tomarse en serio lo que dicen los nacionalistas porque ellos son los primeros que no se lo creen". Por ello, asegura, "mientras no les de por emprender campañas de exterminio o limpiezas étnicas", lo común es hacer una mezcla entre alerta y escepticismo con un toque de humor.
En el caso del Ayuntamiento de Salt, este "quiere someter a sus vecinos a una terapia conductista de tres semanas" con el fin de hacer desaparecer la tendencia de contestar en castellano cuando alguien les habla en este idioma. "No les crea problemas el chino mandarín sino el castellano", asiente el autor mientras explica que se trata de una abolición del bilingüismo en Cataluña aunque sería comparable como "prohibir la lluvia en Galicia", dando lugar a posibles casos de "xenofobia", "la cultura de la división y la exclusión" o el "totalitarismo cultural". Además, apunta que "no es extraño, teniendo ese tipo de alcalde, que Salt sea precisamente el único municipios de Cataluña donde Vox obtuvo concejales en 2019".
Esta propuesta tiene un trasfondo detrás que muestra las controversias de la creación de la misma, afirma Ignacio Varela, porque "todas ellas tienen un 40% de población no española, gente proveniente de la África subsahariana y Latinoamérica" y , segundo, "los dos sectores más importantes de la economía de esos municipios resultan ser el turismo y el comercio" que caerían en picado si se realizase esta 'regla monolingüe'. Estas razones acercan a una reflexión al analista político que dice: "no todos los paletos son nacionalistas pero todos los paletos son nacionalistas pero al menso se lo hacen".
Actualmente, en el mundo hay alrededor de 7.000 lenguas vivas en el mundo que supone una gran cultura pero también dificulta en cierto modo la comunicación entre las personas, por lo que siempre se intenta buscar un lenguaje común para comunicarse ya que "si todo el mundo pretendiera hacer de su lengua natal una barrera inexpugnable, la relación entre las personas y las naciones resultaría imposible", recalca Varela. De este modo, plantea una situación hipotética en la que se encuentra a una persona con otra lengua materna y de la que surgen tres opciones: intentar hablar en su propia lengua o buscar una en común como el inglés; intentar entender lo que está diciendo si no hay un idioma en común y si no se puede, habría que explicarle de alguna forma que no se puede; o, por último, le contesta en español sabiendo que no va a entenderle.
Ignacio Varela también elogia a la lengua diciendo que "esos alcaldes farsantes se lamentan de que sus convecinos cambian constantemente del catalán al castellano" cuando es una capacidad "formidable" por "hablar y escribir indistintamente y con la misma soltura en los dos idiomas". "Un idioma no es una bandera ni una religión, ni mucho menos un arma de guerra, sino una herramienta que sirve para comunicar o no sirve para nada", puntualiza. "Cataluña tiene la gran fortuna de ser un país natural y espontáneamente bilingüe, y yo los envidio por ello", opina, pero "es inútil intentar destruir eso desde el poder político" ya que "afortunadamente, ni Franco logró en 40 años extirpar el catalán ni los nacionalistas en 100 años extirparán el castellano del habla de los catalanes porque ambas lenguas forman parte de su ser". Además, no solo el nacionalismo catalán tiene este problema sino el español goza de alarmismo compartiendo "el castellano está en peligro en Cataluña, que no lo está".
Para finalizar, el sospechoso apunta que "es estúpido inventarse una competición entre el español, que es una de las 3 o 4 lenguas globales que hay en el mundo, con un muy estimable idioma local como el catalán. Las dos lenguas son igual de dignas pero juegan en ligas distintas como lo hacen con toda naturalidad el inglés y el gaélico sin que allí nadie se haga lío por eso, y todo lo demás es demagogia cateta".