Ignacio Varela: "1.200 mujeres asesinadas desde 2003 son bastantes más que las 800 víctimas del terrorismo de ETA en 50 años"
El 'sospechoso' Ignacio Varela pone una mirada analítica en 2022 como el año más negro en violencia de género y machismo desde que se recogen estos datos y añade algunas reflexiones sociales.
Los datos de las mujeres asesinadas durante el pasado mes de diciembre se han recibido con enorme preocupación por haber superado los registros de todos los años anteriores. Se ha reabierto en estos días el debate de la violencia machista y también el Gobierno ha reaccionado con declaraciones del ministro del Interior y convocando un comité de emergencia para analizar este problema. ¿Ha sido extraordinariamente malo el 2022?¿Hay que culpar de ello al Gobierno o a la sociedad?
2022 ha sido el año más negro desde que se tienen registros sobre la violencia y asesinatos machistas. Actualmente, esta cifra asciende a casi 1200 asesinatos en 20 años. 50 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex-parejas en 2022, casi una por semana, "algo que no puede decirse que se ha disparado porque la pandemia produjo una bajada como el índice de criminalidad en general".
"1200 mujeres asesinadas desde 2003 son bastantes más que las 800 víctimas del terrorismo de ETA en 50 años", compara Ignacio Varela y asiente que lo preocupante de estas cifras es que en el 40% de los casos constaban denuncias previas por parte de las víctimas e incluso algunas contaban con medidas de protección. Además, añade que por estadística es más propenso que estos casos ocurran en julio, agosto y diciembre, meses en los que pasamos mucho más tiempo juntos, "por eso 3 de cada 4 crímenes de este tipo se producen los fines de semana o en festivos". "Lo peor que se puede hacer es añadir este problema a la bronca partidista o creer que se resuelve con el BOE", afirma ante el atasco de las cifras desde hace años.
Para ello, añade otra reflexión que es tener los asesinatos como indicador de machismo o violencia machista. "Ojalá la violencia contra las mujeres fuera un problema de 50 casos al año, yo creo que es un rasgo estructural de nuestras sociedades y el número de afectadas no se cuenta por decenas sino por cientos de miles o, según hasta donde queramos llevar el concepto, por millones de mujeres que viven cotidianamente en condiciones de violencia de baja intensidad", reafirma el escritor. Ante ello, propone pensar en varios aspectos como la propensión de los hombres a la violencia, el sentimiento de posesión y control hacia la mujer desde hace varios siglos, la indiferencia de los entornos ante estas situaciones creando cómplices indirectos aún sabiendo lo que ocurre, o la calidad de vida de la mayoría de las mujeres que sufren violencia física que no les permiten estar informadas de su defensa o dependen de los agresores por supervivencia o sometimiento psicológico.
"El asesinato es solo la manifestación extrema, patológica y minoritaria de un mal que en distintos grados se extiende por todo el organismo social" y "una sociedad no está sana si la mitad de la población pasa miedo y la otra mitad ni siquiera es consciente de ello", recalca Ignacio Varela. Por último, asegura que "es tarea del sistema educativo extirpar las raíces de la dominación secular sobre las mujeres aunque yo, en el fondo, estoy convencido que no avanzaremos decisivamente hasta que ellas manden, por lo menos hasta que manden al mismo nivel que los hombres".