Sagan fue uno de los más influyentes divulgadores científicos que tuvo el siglo XX. En uno de sus párrafos más descriptivos, más certeros, acerca de lo que somos…decía que nuestro planeta no es más que una solitaria mota de polvo en la gran envoltura de la oscuridad cósmica. Y en esa oscuridad, en medio de esa inmensidad, no hay indicio ninguno de que vaya a llegar ayuda de alguna parte. No hay indicio de que vaya a llegar algún tipo de ayuda capaz de salvarnos de nosotros mismos.
'Cosmos' es el libro más buscado de Carl Sagan, su gran obra. Y como secuela de 'Cosmos', Druyan publicó hace un año 'Cosmos. Mundos posibles'. Con este libro, la guionista estadounidense recorre 14.000 millones de años de evolución cósmica, pasando por los rincones más recónditos. En el prólogo de ese libro, Druyan recrea un instante fascinante que tiene como protagonista la Exposición Universal de Nueva York de 1939, donde se enseñaron algunos de los desarrollos que traería el futuro (televisión, procesador de texto, robot, etc) y en la que estuvo Albert Einstein.
La cápsula no será abierta hasta el año 6939. Se sepultó con la intención de no abrirla en los próximos 5.000 años. Muy optimistas fueron acerca de la supervivencia del ser humano, ya que hay prospecciones que no le dan más de un milenio a nuestra especie antes de su extinción.
La cápsula contiene manuscritos de Albert Einstein y de Thomas Mann, diversos manuscritos de la revista Life, una muñeca, un dólar estadounidense, un paquete de cigarrillos Cámel, millones de páginas de texto en microfilm, semillas de diversas especies.