María Maceiras se define como marinera, porque para ella lo que vale es su trabajo. Tiene veintitrés años y busca difundir un mensaje claro: es necesario cuidar y respetar los recursos marinos. En los vídeos que cuelga en sus redes sociales explica por qué hay que devolver al mar cualquier especie que tenga huevas, aunque se pueda sacar mucho dinero con ella, y también habla sobre la importancia de dejar que crezcan hasta la talla mínima estipulada.
Ella es la segunda generación de marineros en su familia, pero en un principio no iba a dedicarse a ello. Hasta que su pareja, que también trabaja en el mar, la animó a faenar con él, desde ese momento no ha parado de disfrutar de la libertad que aporta el mar y de difundir el respeto hacia todas las especies que habitan en él.