Las referencias LGTBIQ+ que hay en El Quijote: los dos capítulos más 'queer' de nuestra literatura
El escritor y activista LGTBIQ+, Ramón Martínez Rodríguez, viaja por la historia de la literatura española para mostrarnos las alusiones 'queer' que podemos encontrar en las más grandes obras clásicas.
Este domingo, se pone broche de oro a la celebración de las fiestas del Orgullo. Un gran acontecimiento para celebrar y mostrar la diversidad sexual, amorosa. Durante diez días, las calles y plazas de nuestro país se han inundado de las banderas del colectivo para visibilizar las distintas orientaciones sexuales e identidades de género.
Algo que no siempre estuvo bien visto y actualmente tenemos algunos ejemplos de personas que siguen insistiendo en que no es correcto. Hubo un tiempo en el que la homosexualidad estuvo silenciada y relegada a la clandestinidad, hasta en la Literatura Clásica española. Las referencias eran veladas. Había que separar las hojas para encontrar alguna referencia de ese tipo.
Autores clásicos como Lope de Vega, Garcilaso o Góngora hicieron insinuaciones sibilinas. ¿Realmente pasaron desapercibidas? ¿O fue la crítica literaria quien las silenció tiempo después? Porque ejemplos hay muchos. No se si sabían que en la obra más universal de la literatura española, El Quijote, hay pasajes con una profunda carga LGTBIQ+. Y en obras como 'La dama boba' o 'El lazarillo de Tormes' se atisba el amor entre personas del mismo sexo.
Ramón Martínez Rodríguez es escritor y activista LGTBIQ+ y en 'Por fin no es lunes' viaja por la historia de las grandes obras de nuestra literatura para mostrarnos algunos de los mayores ejemplos de alusiones 'queer'.
El primer ejemplo de obra clásica en la que aparece alguna referencia homosexual son las jarchas, poemas árabes que terminan con un pequeño estribillo en castellano, que siempre pensamos que hablaba de una mujer que cantaba a un hombre. Sin embargo, cuando se lee la parte superior en árabe, "nos damos cuenta de que a veces no, a veces era un hombre el que cantaba a otro hombre".
Las referencias 'queer' de El Quijote'
Pero no es el único ejemplo de alusiones LGTBIQ+ en una obra española. Quizás, uno de los más llamativos sea el de El Quijote, la novela por antonomasia de la literatura española. Escrita por Miguel de Cervantes, en ella hay dos capítulos en los que se dan juegos de género y un montón de "equívocos" que usa el autor para "jugar con la censura": "Lo que hacía Cervantes era escribir intentando retarse a sí mismo antes de que le dijeran que lo borrase".
En concreto, es en los capítulos 27 y 28 de la Primera Parte donde podemos encontrar estas referencias. Hay dos personajes, el cura y el escribano, que intentan crear una historia para que Don Quijote les acompañe y vuelva a casa, pero tienen que engañarle inventando una ficción. Deciden disfrazarse de princesa que pide ayuda al caballero para recuperar su reino.
El cura "se traviste" de princesa y viaja junto al escribano -disfrazado de escudero- hasta Sierra Morena, donde está Don Quijote. A mitad de camino, el cura se da cuenta de que él es un hombre de fe y no puede ir así vestido, por lo que se intercambia el traje con el escribano.
Continúan el viaje y al llegar a Sierra Morena descubren entre unos matorrales a un chico que se está desnudando para tomar un baño en un riachuelo, y en lugar de pasar de largo, deciden esconderse para vigilar, como si fueran 'voyeur', cómo ese joven se está desnudando.
¿Y qué pasa al final? Que no es un muchacho, sino una mujer vestida de varón que estaba disfrazada cambiando el género para intentar recuperar y engañar a su antiguo amante que la deshonró: "Ahí tienes tantos juegos de género, de cambios de expresión, de vestimenta, de deseos encontrados".
El ejemplo de 'El Lazarillo de Tormes'
Otro de los ejemplos más llamativos es el de 'El Lazarillo de Tormes', una novela picaresca publicada en 1554 y en la que el protagonista, Lázaro, sirve a varios amos entre los que se encuentra un fraile de la Merced. En uno de los pasajes, Lázaro dice que a su servicio rompió sus primeros zapatos. ¿A qué se refería?
"Es en el capítulo sexto, el más breve de todo El Lazarillo porque estaba muy censurado. Estamos leyendo lo que dejó la censura. Un analista americano vio que había una clave estructural de la obra en la que nos damos cuenta de que Lázaro va bajando la escala social hasta ese momento tan bajo (luego parece que asciende un poco) y se preguntó qué era lo que pasó cuando estaba tan abajo.
Tenemos sólo tres o cuatro párrafos y sacó varias conclusiones:
- Primera: que la orden de los frailes de la Merced fue la que más imputados y ajusticiados por sodomía tuvo en el siglo de Oro.
- Segunda: que esa expresión de romper zapatos -que hoy puede parecer lejana-, en esa época siempre tenía una alusión sexual. Se podría decir que los zapatos o las calzas se pueden usar de forma cómica cuando decimos que "nos hemos calzado a alguien". Por lo que, en ese momento el investigador argumentó que Lázaro tuvo que mantener relaciones con aquel fraile hasta que se pudo ir de ahí porque no le gustaba".