Javier Rodríguez Pandozi con 14 años descubrió el libro “El oro de los Incas” de Clive Cussler, y decidió que quería ser arqueólogo submarino como su protagonista. Daba igual que Javier fuera madrileño y la playa más cercana le quedará a 300 kilómetros, él quería descubrir los misterios de las profundidades. Y lo ha logrado.
Desde hace 15 años casi vive más tiempo debajo del Mediterráneo de las Islas Baleares que en tierra, con el objetivo de hacer este patrimonio visible y concienciar a la sociedad y a las administraciones públicas de la necesidad de investigarlo, protegerlo y divulgarlo.