La ola de calor sigue imparable no sólo en España sino también en Europa. Durante las últimas semanas, hemos soportado máximas extremas que en algunos puntos del país han superado los 45º. Ante esta situación, se hace imposible hacer vida en la calle durante las horas centrales del día.
Si la semana pasada viajamos hasta Ourense, donde se estaban viviendo temperaturas inusualmente altas para la zona, este sábado nos desplazamos hasta el pueblo más fresquito de España, una buena opción para huir de la ola de calor que azota el resto del país.
Se trata de Griegos (Teruel) y en palabras de uno de sus vecinos, Ernesto Agustí, la media de temperatura durante el verano es de 18º gracias a los montes y pinares que lo rodean y que hacen que los veranos sean tan suaves. A pesar de todo, estos días llegarán a máximas de 30º, elevadas para lo que están acostumbrados, pero nada comparado con los 45º de algunas zonas del sur de España.
"Aquí tenemos la suerte de que puede venir la gente a practicar deporte porque mientras en otros sitios de España se hace más complicado, durante la mañana aquí tenemos unos 16º. Hay que tener el jersey siempre a mano", confiesa.
La parte contraria y el principal inconveniente: que en invierno las temperaturas también son más bajas que en el resto del país: "En una zona que se llama Aguas Amargas, que es un valle, llegamos el invierno pasado a los -29º".