El informe de la evaluación internacional PIRLS mide las competencias de nuestro alumnado en lo que se refiere a comprensión lectora. Según este informe, los niños españoles de cuarto de primaria, que tienen entre nueve y diez años, han perdido siete puntos en comprensión lectora desde la última edición.
Ahora mismo, estamos por detrás de países como Singapur, Hong Kong, Finlandia, Suecia, etc. (son países que siempre suelen estar a la cabeza de estas evaluaciones); pero es que estamos también por detrás de muchísimos más: Rusia, Irlanda, Inglaterra, Alemania, Croacia, Italia, Eslovaquia, Bulgaria, Malta, etc.
Siete puntos por detrás de la media europea, doce puntos por detrás del promedio de la OCDE y a tres galaxias de los primeros puestos. A estos hechos objetivos es verdad que puede alegarse que, también objetivamente, España ha retrocedido menos que otros países de su entorno y que hemos vivido una pandemia mundial que obligó a cerrar los centros educativos y a, en el mejor de los casos, organizar, (en otros directamente a improvisar), una enseñanza virtual y telemática. Pero estas explicaciones no consuelan a la filóloga de cabecera de 'Por fin no es lunes', Judith González.