Pleno en el Congreso muy del gusto del Gobierno. Meter en el mismo saco asuntos que nada tienen que ver para dar explicaciones conjuntas y diluidas. En este caso, comparecencia sobre el cambio de política hacia el Sahara, la cumbre de la OTAN y las medidas económicas.
El único cambio en el esquema habitual es que hoy el presidente sólo ha contado con los socialistas. Todos los demás y digo todos le han afeado sus decisiones por unos u otros motivos. No le fallaba el olfato al jefe del ejecutivo cuando trataba de evitar por todos los medios esta comparecencia. Sabía lo que se le avecinaba.
Y encima sale hoy la OCDE y nos baja la previsión de crecimiento y sube la perspectiva de inflación. Claro que hay alguien que nunca falla. Menos mal que a Sánchez siempre le quedará Sánchez.