Los jueces y fiscales irán a la huelga a partir del próximo 16 de mayo con el apoyo de todas las organizaciones. Paran como ahora mismo lo hacen los funcionarios de la administración judicial o como a partir del jueves empezarán sus protestas los abogados del turno de oficio. Demandan mejoras como las que ya obtuvieron los letrados de la administración de justicia. Los paros, legítimos por supuesto, van a suponer un aumento de los retrasos judiciales. No tengan duda de que el gobierno va a poner el mismo empeño que puso en solicitar la renovación del Consejo General del Poder Judicial que en llegar a un acuerdo con los huelguistas. Porque como son el ejecutivo de la gente no pueden permitir que los ciudadanos sigamos siendo los perjudicados de los legendarios retrasos de nuestros tribunales por exceso de litigiosidad, por falta de infraestructura o de profesionales.