Vox está decidido a romper sus acuerdos de gobierno con el Partido Popular. Se mantienen fieles a su discurso según el cual la llegada de 16 menores no acompañados a Mucia, por ejemplo, les obliga a abandonar la coalición.
Por coherencia con su discurso pero sobre todo porque no pueden quedar como endebles ante otro partido más a la derecha si cabe, el de Alvise. Así que, si la amenaza se consuma, Abascal le habrá hecho el favor del año a Feijoó.
Le deja manos libres en los gobiernos autonómicos con la certeza de que es difícil que Vox apoye mociones de censura apoyándose en la izquierda.
Vox dejará de tocar poder y nadie le habrá echado. Se habrán ido solos.