Edu García: "Los que pagaban por Rafa lo hacen ahora por Carlos"

Soy de los que defiende que Francia es un gran país y que sus virtudes superan a esos clichés que históricamente les adobamos. La obsesión de algún político galo con que Nadal se dopaba era una especie de tradición a la que ponía cierta gracia el guiñol musculado y con jeringas de Canal+. Las condenas judiciales por difamación y el nulo fundamento de las sospechas siempre amainaron el vendaval de acoso. Eso sí, los asistentes a la Chatrier nunca han disimulado su devoción. Y puede que la religión ‘nadalista’ haya quedado ampliada.

Alcaraz se afana por ganar rápido y ganar bien. Por crecer, madurar, mejorar y hacerlo con sonrisa y autoconfianza sinceras. Y con menos ahínco, pero con igual eficacia, está consiguiendo trazar su propia senda sin que las comparaciones sean excesivas con el mito de Manacor. Quizá en menos tiempo… ha logrado esa rendición del público parisino. Los que pagaban por Rafa lo hacen ahora por Carlos. Mismo placer para un distinto espectáculo. Hoy tiene su final anticipada con Djokovic. Y derrotar al serbio esta tarde, es otro de esos saltos mastodónticos reservados a los grandes.

Los ídolos levantan polvaredas y cuando se van, dejan vacíos de esos sordos que tardan en dimensionarse. Los dirigentes del Barça con Laporta a la cabeza estuvieron meses alimentando una gran mentira: Messi puede volver. Mentira engordada y mantenida con una actitud artera para desviar atenciones y para intentar borrar tropelías del pasado. El astro argentino no es un ser perfecto… pero sobre el verde se ganó una pleitesía incondicional que debiera caer de arriba hacia abajo. No es el caso. Pero la historia le señalará, “president”, y como le dijo Stoner a Rossi tras tirarlo en el GP de España de 2011: “Tu ambición ha superado a tu talento”.