El Indultado: Curro Romero
Rubén Amón indulta a Curro Romero, cuyo monumento de La Maestranza "ha sido ultrajado revistiéndolo los vándalos con pintura roja y llamándole 'asesino'". Asegura Amón que Romero nunca le pareció "un verdugo" y añade que lo que le "decepciona de la violentación de su estatua en La Maestranza es la incultura de los antitaurinos, porque han ido a elegir al torero menos beligerante del escalafón". Destaca que "la leyenda del maestro proviene por haberse dejado tantos toros vivos", y de haber declarado incluso "que nunca podría matar a un toro de Miura".