Monólogo de Alsina: "Menudo viaje, presidente"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la distorsión premeditada de la historia ejecutada por Pedro Sánchez para reforzar el relato de que el terrorismo de ETA fue derrotado en España con ayuda de Bildu y a pesar del Partido Popular.
Madrid | 18.05.2023 08:36
A ver si lo que falta es más disciplina. En el Congreso de los Diputados. No disciplina de grupo, que es esa argucia que se inventaron los partidos para exterminar el criterio propio de cada diputado, sino disciplina en el debate.
El artículo 102 del reglamento del Congreso establece que el orador ha de ceñirse a la cuestión que está siendo tratada. No vale agarrar el micrófono para irse por los cerros de Úbeda o para hablar de un tema que no toca. La vicepresidenta de la Cámara, Gloria Elizo, aplicó ayer este artículo del reglamento -se lo aplicó- a una diputada de Vox que en el debate sobre las reglas fiscales se empeñó en hablar de las listas de Bildu.
Llevaba ya cuatro minutos la señora de Vox hablando de Bildu cuando fue llamada al orden por primera vez. Siguió como si nada hubiera pasado y volvió a ser advertida. Y a la tercera, se acabó. Micrófono cerrado y expulsión de la tribuna. Por no ceñirse a la cuestión.
Los mítines también se dan en el Hemiciclo
Y digo que a ver si lo que falta es más disciplina parlamentaria en la sesión de control de los miércoles. Que este momento extravagante en el que los diputados preguntan al Gobierno por siete u ocho asuntos y éste responde soltando un mítin. Los de la oposición también mitinean, ya te digo, pero claro, el Gobierno es el Gobierno. Y es quien tiene que responder porque para eso se supone que el Congreso le controla.
Hay ministros y ministros, es verdad. La excepción son aquellos que se ciñen a la cuestión y resuelven rápido. La mayoría fingen ceñirse a la cuestión y, en cuanto te despistas, ya están colocando los eslóganes que esa semana ha fabricado el comité de campaña del PSOE, que tiene su sede en la Moncloa, y el comité de campaña de Podemos, que tiene su sede en un podcast. Perdón, en el Youtube.
En cuanto te despistas, ya están colocando los eslóganes que esa semana ha fabricado el comité de campaña del PSOE
Ejemplo de ayer mismo: le preguntan a la vicepresidenta Calviño por la economía de las familias españolas. Es una pregunta facilona, que la ministra está harta de responder cada semana y para la que tiene argumentos de sobra. Puede recitarle al diputado todos los indicadores que reflejan que las cosas van mejor de lo previsto, pero claro, si recita todos los indicadores se queda sin tiempo para hacer méritos con el comité electoral, que lo que espera de ella es que martillee la consigna de esta semana. ¿Y qué hace la ministra? Esto:
Disciplinada lugarteniente de su presidente en campaña, la vicepresidenta. Los mítines también se dan en el Hemiciclo. Y esta semana toca repetir que la derecha sólo sabe hablar de ETA y que explota el dolor de las víctimas.
Esta semana toca repetir que la derecha sólo sabe hablar de ETA y que explota el dolor de las víctimas
Uno se imagina a Gloria Elizo diciendo: ‘Señora Calviño, le llamo a la cuestión’. Que la cuestión era la economía, no esto de Bildu. Y que para disgustarles tanto a ustedes que se hable de ETA, diablos, son ustedes lo que más veces dicen ETA al cabo del día.
Hubo otro momento revelador en la sesión de ayer. Cuca Gamarra reclama a Sánchez que fije posición sobre Bildu. El presidente responde hablándole del PP y de ETA. De Bildu, ni media.
Pero luego le toca preguntar a la señora de Bildu, que actúa como si esto de los asesinos jubilados en las listas hubiera ocurrido en una galaxia lejana en lugar de en el retrete de su casa. Ella habla de escudo social y lo mucho que hacen por el bienestar de todos. Y es entonces cuando el presidente, que antes no ha querido decir nada de Bildu y ha puesto al PP como un trapo, se ajusta el alzacuellos y reprende mansamente a los diputados de Bildu por haberse equivocado. Un error, presidente, que ni siquiera alcanza a la categoría de pecado.
La derecha se sumó a la denuncia de un colectivo de víctimas mientras el gobierno evitaba darse por enterado
Lo que se tiene que pedir a esas personas de las que usted me habla. Y las víctimas. Mencionemos esta semana todo el tiempo a las víctimas, a las que el gobierno acompaña en su dolor y cuyo dolor la derecha explota. Porque la derecha se sumó a la denuncia de un colectivo de víctimas mientras el gobierno evitaba darse por enterado.
Tener presentes a las víctimas en un asunto como éste es obligado, pero qué es Bildu y qué papel le ha conferido el Gobierno de España a Bildu trasciende a las víctimas. Si este asunto de las listas ha tenido la repercusión que ha tenido no es sólo por la afrenta a las víctimas, y porque da pie a juzgar la política de pactos que en esta legislatura ha practicado el Gobierno y de la que Sánchez se abstiene de presumir estos días, quizá porque sabe que como baza electoral mimar a Bildu funciona poco.
Una distorsión premeditada de la historia
La no novedad de la sesión de ayer es que el Gobierno exhibe un trato exquisito, de caricia fraternal, al grupo de Bildu mientras saca toda su ferocidad para poner en su sitio al PP. Alimentando, así, esta impresión a la que ayer puso voz Borja Sémper.
En qué cabeza cabe. Pues en algunas cabezas cabe, o eso piensa el comité electoral de la Moncloa. Por segundo día consecutivo, el presidente vino a decir ayer que el terrorismo fue derrotado en España con ayuda de Bilduy a pesar del PP. No es una mala interpretación, por tanto, de su intervención del martes en el Senado.
Sánchez vino a decir ayer que el terrorismo fue derrotado en España con ayuda de Bildu y a pesar del PP
Es una distorsión premeditada de la historia ejecutada por la presidencia del Gobierno. Que tampoco sorprende porque es la misma involución que ha padecido el presidente con el relato del procés, haciendo cada vez más suyo el relato del independentismo y alimentando la idea de que la sedición de 2017 fue, en realidad, culpa del Rajoy. Y que la derrota del independentismo ha sido posible gracias a Esquerra y a pesar del PP.
Qué fue de aquel Pedro Sánchez de 2018
Déjenme que hagamos una breve excursión al pasado, de éstas que gustan ahora en la Moncloa. Para preguntarnos qué fue de aquel Pedro Sánchez de 2018. Aquel que aún no era presidente y el día que ETA anunció que se disolvía declaró estas dos cosas:
· Primera, que la derrota del terrorismo no era patrimonio de ningún partido, bien al contrario. Era la unidad de los partidos lo que había hecho posible la derrota.
· Y segunda, que había que dar la batalla por el relato para que la manipulación de la izquierda aberztale no prosperara.
Mayo de 2018. Cinco años. De ensalzar la unidad de los demócratas frente al movimiento social que creció a la sombra de ETA a arrimarse a ese movimiento para proclamar que el PP hizo lo imposible para que ETA nunca se acabara.