Monólogo de Alsina: "Sánchez se hace querer por Junts: amnistía total"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre las declaraciones de Sánchez asegurando que la ley de amnistía cubrirá a todo imputado, procesado o condenado por hechos relacionados por el procés.
Madrid |
Quién dice que Sánchez, empitonado por el compadre Puigdemont esta semana, no tiene quien le defienda. Adelante, presidente Zapatero.
Dirá usted: a ver, imparcial tampoco es Zapatero. Forma parte del equipo que anda negociando cosas con Puigdemont con plena opacidad lo mismo en Bruselas que en Suiza. Cómo no va a ensalzar una declaración de Sánchez si igual está él mismo entre quienes la han inspirado.
Arrímate, Pedro, di abiertamente que tú garantizas que nadie quedará fuera de la amnistía. Palabra de presidente, Puigdemont, de presidente por la gracia de Junts a president en el exilio por la gracia de sí mismo.
Sánchez garantiza que nadie quedará fuera de la amnistía
Bien, Zapatero es como un hermano mayor, anda templando gaitas entre el PSOE y la derecha independentista catalana y es natural que le dé bombo al gesto calculado de Pedro Sánchez.
¿En qué consistió el gesto? Pues, analizándolo un poco, en confirmar públicamente lo que Junts le viene reprochando. La queja de los puigdemones estos días es que Sánchez les está toreando. Que no cumple la palabra que dio. (Dices: a ver, amigos de Junts, que es Sánchez; menos fingir sorpresa).
Todos es todos
Según Junts, el acuerdo que le firmó Santos Cerdán, delegado del gobierno en Suiza, a Jordi Turull establece que la amnistía será integral. Por integral quieren decir total, universal, que cubra a todo imputado, procesado o condenado por hechos relacionados por el procés. La palabra clave es todos.
Si Sánchez se comprometió a que sean todos, dicen en Junts, no puede ser que ahora vengan con excepciones: que si el delito de terrorismo se queda fuera si es terrorismo con intención; que si la alta traición se queda fuera porque en Europa no hay manera de meterla dentro. Todos es todos. Y dice el gobierno: pero es que hay casos y casos. Ah, no haber prometido que serían todos.
Que la amnistía cubra a todo imputado, procesado o condenado por hechos relacionados por el procés
Ayer compareció el presidente Sánchez y confirmó que él está por amnistiarlos a todos. O sea que sí, que ése era el pacto. Escuchemos lo que dice el presidente en esta declaración que para Zapatero es maravilla. Lo primero: "El independentismo catalán no es terrorismo, no lo es".
¿Y quién ha dicho que lo sea? En las causas judiciales abiertas están investigadas -o procesadas- personas concretas por hechos concretos. No hay un solo sumario en España en el que esté encausado el independentismo como tal. Y no hay juez que haya imputado un delito de terrorismo al independentismo. Sí hay un juez, y una fiscalía, que se lo ha imputado a doce individuos de los llamados CDR.
Van a estar amnistiados todos los independentistas catalanes
Lo segundo que dice el presidente: "Con este proyecto de ley, yo estoy convencido que van a estar todos los independentistas catalanes amnistiados, porque no son terroristas".
Está convencido de que van a estar amnistiados todos los independentistas catalanes. Más madera a la confusión premeditada. Con todo el respeto a quien diseñe las declaraciones del presidente, ocurre que a la inmensa mayoría de los independentistas catalanes no hay que amnistiarles de nada porque no cometieron ningún delito. La abrumadora mayoría de los independentistas catalanes no ha sido ni imputada, ni procesada, ni juzgada. De nuevo, son personas con nombres y apellidos.
A la inmensa mayoría de los independentistas catalanes no hay que amnistiarles de nada porque no cometieron ningún delito
Los doce CDR procesados por hacer, según la policía, según la fiscalía, acopio de material explosivo, ¿están mal procesados, presidente? Porque estos son los únicos que, a día de hoy, están acusados en firme de terrorismo. ¿Está poniendo la mano en el fuego por estos doce, que independentistas son pero no es por eso por lo que están encausados?
El gobierno sabe mejor que nadie que fue él quien hace meses explicaba a quien se lo quería oír que por supuesto quedarían fuera de la amnistía los hechos violentos, los CDR y los tsunamis. Fue antes de firmarle a Puigdemont, claro, que la amnistía sería para todos. Y todos significa todos.
Puigdemont, para Sánchez, es innombrable
Hay que traducir a Sánchez. Donde él dice ‘al independentismo no lo considero terrorismo’ lo que quiere decir es ‘a Puigdemont no lo considero terrorista’. Donde dice ‘todos los independentistas serán amnistiados’ o que quiere decir es ‘estate tranquilo, que serás amnistiado’. Pero recuérdese que Puigdemont, para Sánchez, es innombrable.
Donde Sánchez dice "al independentismo no lo considero terrorismo" lo que quiere decir es "a Puigdemont no lo considero terrorista"
En el laberinto éste se metió Sánchez él solo. Sentenciar, por su cuenta, quién ha incurrido en un delito y quién no podría interpretarse como un intento de influir en el ánimo de quienes llevan las causas judiciales. Podría. Yo no creo que lo sea porque lo que el presidente está decidido a hacer es abortar todas esas causas. Con la amnistía. Y porque en su caso es tradición tipificar los hechos conforme no exactamente al Código Penal sino a la coyuntura política del momento (otros dirán la conveniencia).
Cuando Sánchez identificaba independentismo y terrorismo
Ya tipificó el presidente los hechos de octubre de 2017 en Cataluña como una rebelión de libro, cuando la coyuntura animaba a hacerlo, ya los rebajó después a sedición, instruyendo a la abogacía del Estado para que lo hiciera, ya tipificó las algaradas de octubre del 2019 como hechos claramente violentos a cargo de organizaciones jerarquizadas (los CDR y los tsunamis) cuando era él el más esforzado en identificar al movimiento independentista -y a Torra- con la violencia para acabar ahora en esto.
Tipificó las algaradas de octubre del 2019 como hechos violentos a cargo de organizaciones jerarquizadas (los CDR y los tsunamis) cuando era él el más esforzado en identificar al movimiento independentista con la violencia para acabar ahora en esto
¿Y quién ha dicho que lo sea? Probablemente fue él quien con más intención lo sugirió en 2019: acuérdese de Torra repudiando sus declaraciones precisamente por eso, por identificar independentismo y terrorismo, qué cosas tiene la hemeroteca. Pero en eso se distingue la propaganda política de la instrucción judicial: el fiscal puede acusar a personas o grupos de delitos concretos. No puede acusar a una ideología.
Asimilando el relato fake de los independentistas
Y aunque a Zapatero le haya gustado tanto la declaración presidencial, proclamar como si uno estuviera demostrando arrojo que el independentismo no es terrorismo es completar el viaje de asimilación del relato fake que los Puigdemont y los Junqueras han hecho siempre.
Ese relato que dice que el Estado represor persigue, e inventa causas judiciales, contra los independentistas por ser independentistas, no por asaltar aeropuertos, cortar carreteras o agredir a policías
Ese relato que dice que el Estado represor persigue, e inventa causas judiciales, contra los independentistas por ser independentistas, no por asaltar aeropuertos, cortar carreteras o agredir a policías. Sorpresa no cabe, es verdad, porque el relato fake del procés lo hizo suyo el PSOE en el papel que le firmó Santos Cerdán a Turull y cuyo recuerdo aún levanta ampollas entre unos cuantos dirigentes del PSC.
Ese relato que identifica justicia con represión y a Cataluña únicamente con los catalanes independentistas.
Sánchez hizo méritos para hacerse perdonar
El presidente hizo méritos ayer para hacerse perdonar por no poderle garantizar a Puigdemont que no habrá un juez que le complique la vida. Mientras Zapatero predicaba en favor de la calma y el entendimiento entre el PSOE y Junts exponiendo lo complejo que resulta redactar bien una ley de amnistía.
Y añadía Zapatero que todas las amnistías que él se ha estudiado han tenido una elaboración compleja. Tantos casos posibles, tanta letra pequeña.
La amnistía del 36 se resolvió en ciento cincuenta palabras. La de Sánchez tiene nueve mil quinientas. Y todavía no está resuelta
Es curioso que ahora subraye el presidente lo difícil que es hacer una ley como ésta cuando inició su defensa, hace cuatro meses en este programa, invocando la ley de amnistía de febrero de 1936, que ocupaba medio folio por lo sencillo que era argumentar entonces todo esto que hoy está resultando tan desquiciado. Y porque la mayoría social se había pronunciado en las urnas y el Parlamento había hecho suya la decisión de manera unánime.
La amnistía del 36 se resolvió en ciento cincuenta palabras. La de Sánchez tiene nueve mil quinientas. Y aún no está resuelta.