Monólogo de Alsina: "Puigdemont, sin aforo y sin palmeros"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la resolución del Tribunal General de la UE retirando la inmunidad a Puigdemont y, por tanto, abriendo camino a su entrega y juicio en el Tribunal Supremo.
Madrid | 06.07.2023 08:34
Seis de julio. Este año en lugar de un chupinazo, tenemos dos. El de los sanfermines y el de la carrera de los líderes políticos para evitar salir empitonados de la estafeta larga que aún les queda por correr de aquí al 23 de julio.
La liturgia dice que en Pamplona, tal día como éste, con la plaza del Ayuntamiento abarrotada de gente -abarrotá-, el elegido para dar inicio a la fiesta prende la mecha del cohete y proclama aquello de ‘pamploneses, viva San Fermín’. Y la liturgia dice que a las doce de la noche, tal día como éste, los candidatos a diputados en Cortes para la próxima legislatura ya pueden añadir a sus peroratas de estos días la coletilla de ‘vota por mí’.
En esto se diferencian los próximos quince días de los últimos quince meses: en que nos pueden pedir abiertamente el voto. Todo lo demás va a ser exactamente igual. Bueno, hay otra diferencia. Que es que el lunes, en este grupo, se oficiará el único debate cara a cara de estas elecciones generales. El único entre los dos y el único en el que estarán los dos. En el primer grupo de comunicación de este país. Dónde mejor.
El CIS dice que la suma de Pedro con Yolanda superará la mayoría absoluta
Encuestas seguirán publicándose hasta el lunes, 17 de julio. De Tezanos creo que aún falta una, esa que llama express y que saca a mitad de la campaña. La de ayer, como es costumbre, difiere tan enormemente de lo que están diciendo todas las demás que una de dos, o Tezanos es el mejor encuestador que tiene este país -y los demás deberían irse a su casa- o es el peor presidente que ha tenido el CIS no sólo por su embarazosa militancia en favor del gobierno, sino por su negligencia a la hora de diagnosticar la opinión de los españoles. Que, como diría Latorre, es su trabajo.
Normal que Pedro le conserve a su lado. Tezanos es un chute de optimismo
Ayer dijo el CIS: ¡las elecciones las gana el PP! ‘Ole, ole’, decía en Génova, ‘hasta Tezanos ya está resignado’. Pero antes de que Feijóo pudiera ponerse a ensayar cómo dar botes en el balcón llegó la segunda parte: ‘Ganará pero no gobernará’. Porque la suma de Pedro con Yolanda superará la mayoría absoluta. Dices: qué maravilla. El resto de encuestas le está dando a la pareja, ticket, tándem o como ahora se llamen, alrededor de 145 escaños. El CIS le da en el peor de los casos 158. Y en el mejor, 185. ‘Te van a sobrar nueve, presidente’. Y con el debate del lunes te pones en doscientos fácil. Normal que Pedro le conserve a su lado. Tezanos es un chute de optimismo. López y Hernando son contingentes, pero tú eres necesario.
Exministros socialistas piden que se vote al PSOE
Un grupo de exministros socialistas ha hecho un manifiesto pidiendo que se vote al PSOE y los medios más cercanos al gobierno lo han destacado como lo que entienden que es, una noticia. Podría parecer que la noticia sería lo contrario, que militantes socialistas pidieran que se votara a cualquier otro partido, pero los tiempos son los que son y ahí están Almunia, Chaves, Maravall, Eguiagaray explicando a quien lea su texto que esto no va de Sánchez sino del PSOE. Y de ganar a la derecha que insulta, descalifica y deshumaniza.
Esto no va de Sánchez sino del PSOE. Y de ganar a la derecha que insulta, descalifica y deshumaniza
Entre los firmantes está Amparo Rubiales, que llamó judío nazi a Bendodo en la campaña anterior a ésta. En realidad, ni Alfonso Guerra ni Felipe González ni ninguno de los veteranos que han sido críticos con algunas decisiones de Sánchez -ahora se le dice atacar al presidente- han sugerido nunca que se vote a un partido diferente al suyo. Pero por si acaso pudiera parecer que es eso, aquí están estos otros veteranos del PSOE cuya presencia mediática celebrará la dirección actual con la misma vehemencia con que aborrecen que aparezcan otros tan veteranos como éstos.
No ha habido clamor popular contra el Tribunal General de la UE
Los tiempos son los que son. Bien lo sabe Puigdemont. Reducido a la condición de personaje recurrente y frustrado en su pretensión de ser el protagonista de la campaña electoral interminable.
En otros tiempos, una resolución judicial que dejara a Puigdemont desnudo del aforamiento que con tanto empeño se trabajó y expuesto a la petición de entrega del Tribunal Supremo de España habría sido satanizada por el coro independentista y denunciada como una agresión intolerable a los derechos del presidente legítimo de Cataluña en el exilio. Quién sabe si incluso habrían promovido declaraciones de condena en el Parlament, en los ayuntamientos. Quién sabe si manifestaciones en la calle, pasquines con la cara de los jueces retrógrados que han osado darle a Puigdemont judicialmente en los morros. ¿Qué es eso de que no tiene inmunidad, con lo eurodiputado que es él, eurodiputado y perseguido?
Puigdemont, reducido a la condición de personaje recurrente y frustrado en su pretensión de ser el protagonista de la campaña electoral
Pero no. No ha habido clamor popular contra el Tribunal General de la Unión Europea. Ni frente independentista. Ni manifestaciones en las calles. Puigdemont ya sólo conmueve a los de Puigdemont. Y ni siquiera a todos.
El gobierno de España ha celebrado que el Tribunal abra camino a la entrega y juicio de este ciudadano en el Supremo. Bueno, en rigor lo ha celebrado la parte socialista del gobierno.Podemos sigue pensando que Puigdemont es un perseguido exiliado, como pensaba que Junqueras era un preso político. De Yolanda Díaz no se tienen noticias, tampoco en esto.
Una ministra ha dado un paso más allá
Ha habido una ministra que ha ido un paso más allá de celebrar la resolución judicial. Es la (todavía) ministra de Justicia. Que contagiada de esta obsesión gubernamental por estar todo el día comparándose con el gobierno anterior ha alumbrado esta declaración sorprendente.
Sorprendente, digo, porque esto de imputar al gobierno anterior que Puigdemont se fugara revela o falta de memoria o una confusión notable sobre lo que compete a cada uno de los poderes del Estado. Quiero pensar que es lo primero, desde el aprecio que le tengo a la ministra.
Puigdemont -esto lo dicen mucho los indepes para negar que se fugara- Puigdemont cruzó de extranjis la frontera con Francia la noche del 29 de octubre de 2017. Lo hizo porque sabía que al día siguiente el Fiscal General del Estado, Maza, presentaría su denuncia por rebelión contra el presidente de la Generalitat, el vicepresidente, los consejeros y la presidenta del Parlamento. Pero el orden de los hechos fue éste: Puigdemont se larga antes de que esté presentada la denuncia. Y sin orden de presentarse en el juzgado aún emitida.
Esto de imputar al gobierno anterior que Puigdemont se fugara revela o falta de memoria o una confusión notable
¿Qué se supone que tenía que haber hecho entonces el gobierno de Rajoy? ¿Detener a un señor que aún no estaba siquiera denunciado? ¿Tenerle vigilado e impedir que se subiera al coche? ¿Por la fuerza? No es el gobierno quien decide a quien hay que detener. Ni entonces ni ahora. Ni aquí, ni en Bruselas. Conviene tenerlo claro. Sobre todo si eres tú el gobierno.
Pobre criatura perseguida
Puigdemont es prófugo porque una vez formulada la denuncia y a sabiendas de que la justicia le reclama, se ha negado a personarse en el juzgado y ha hecho todo lo posible para eludir rendir cuentas judiciales. Por eso es prófugo, porque hoy está huido de la justicia. No porque no se sepa dónde vive, como dijo ayer Gabriel Rufián en ARV.
Hasta ahora Puigdemont y su coro predicaban contra el Estado represor español y ahora le toca predicar contra la Unión Europea
No, para ser prófugo no necesitas estar en un lugar desconocido. Basta con que sabiendo que en tu país hay una causa judicial que te afecta y por la que has de responder, te pases seis años en el país que has elegido precisamente porque esperas que te sirva para salir impune de los delitos por los que sabes que aquí serás condenado. Pero bueno, hasta ahora Puigdemont y su coro predicaban contra el Estado represor español y su sistema judicial antidemocrático y ahora le toca predicar contra la Unión Europea represora y su sistema judicial corrompido. Pobre criatura perseguida.