Monólogo de Alsina: "Pedro y Yolanda lo fían todo a Marcial"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la estrategia del PSOE y Sumar sacando a relucir la foto de Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado como última esperanza para quitarle votos en esta interminable campaña electoral.
Madrid | 19.07.2023 08:40
Otro día de calor. Saturados ya de calor. Y otro día de campaña. Saturados ya de campaña. Si los mítines, las entrevistas, los vídeos, las consignas, los salmos tienen como único destinatario ya al grupo de los indecisos, decídanse ya, por Dios, y que tengamos tres días de reflexión en lugar de sólo uno.
Los políticos están ya saturados de sí mismos
Es probable que la España que ya está de vacaciones esté atendiendo a la campaña electoral lo justo. Uno poco como quien oye llover, aunque no haya manera de que llueva. Les sonarán de oídas los mensajes persuasivos en que andan estos días los Sánchez, los Feijóo, los Abascal, los Yolanda Díaz. Y sus muchos subalternos, siempre al quite para completar, interpretar o corregir lo que hayan dicho sus líderes. Y es probable, como ayer mencionaba Amón, que el fragor con que se vive la campaña electoral en el Twitter se corresponda poco con el sosiego y la distancia crítica con que la está siguiendo la mayoría, creo, de los ciudadanos.
Si los mítines, las entrevistas, los salmos tienen como único destinatario ya al grupo de los indecisos, decídanse ya, por Dios
La campaña sigue, con los candidatos ya un poco a rastras y disimulando como pueden que a ellos también están ya saturados. Saturados de repetir las mismas cosas cada día y saturados de sí mismos.
Si el comité central de la campaña socialista dispone de la bomba atómica contra Feijóo,o la suelta ya o llega vivo al domingo el candidato. La única esperanza de que pase algo nuevo es el anómalo debate a tres que se celebrará esta noche en Televisión Española. Anómalo porque iba a ser a cuatro. Feijóo dijo que verdes las han segado y lo que probablemente iba a haber sido un dos contra dos se ha convertido en un dos contra uno.
Por un día nadie hablará de si aquello que dijo Feijóo era correcto, erróneo, impreciso o falso
Hay dos que predican cada día lo felices que serán gobernando juntos, Pedro y Yolanda. Enfrente tendrán a otro cuya única opción de tocar gobierno es resultar imprescindible para Feijóo, pero que lejos de defender a Feijóo o que hará esta noche es afearle su tibieza y reclamar para sí el voto de la España que no quiere matices.
Los organizadores del debate podían haber dejado vacío el atril del ausente o podían haber puesto una figura de cartón con la cara de Feijóo para que los demás pudieran dirigirse a él cuando lo pongan como un trapo, pero han optado (me parece) por colocar tres atrilesy que el ausente sólo se haga presente en las alusiones de los que sí debaten. En el PP dan por hecho que escaquearse es lo más inteligente que han podido hacer. Al menos por un día nadie hablará de si aquello que dijo Feijóo era correcto, erróneo, impreciso o falso.
Díaz se ha destacado como ariete contra Feijóo
Yolanda Díaz presumía hace tiempo de que ella sólo hablaba de políticas,que no atacaba personalmente a nadie porque ese no es su estilo. Ahora ya lo es. Se ha destacado como ariete contra Feijóo de la pareja que forma con Pedro Sánchez. Y ha abierto camino a la exhumación de la foto de Marcial Dorado, tú y yo sabíamos que este asunto acabaría apareciendo en la campaña.
Yolanda abrió camino y el PSOE se encomienda ahora a la relación de Feijóo con el narcotraficante de hace treinta años. Retuitea que algo queda. Ayer se ocupó el equipo del presidente en la Moncloa de difundir el artículo de un medio minoritario que asegura que esto del narco se ha convertido en tema principal de la campaña.
Es legítimo preguntarse qué hace la oficina del Presidente -que es de todos- ocupada en estas cosas. Por qué dedica su tiempo, y nuestro presupuesto, a lanzar piedras contra el aspirante que, según las encuestas, va a ganar el domingo las elecciones. En qué parte de la ley dice que ésa sea una de las funciones del gabinete de la Moncloa. Uno pensaba que lo que tiene que comunicar la secretaría de Estado de Comunicación es lo que hace el Gobierno, no lo que publica Político sobre lo que dice Yolanda sobre lo que hacía Marcial Dorado en 1995.
El comentario crítico de Von der Leyen sobre Feijóo
Es legítimo preguntarse qué hace el presidente del Senado, que lo sigue siendo (presidente del Senado de todos), retuiteando una columna de opinión de El País que ofrece como hecho verificado un supuesto comentario crítico de Ursula Von der Leyensobre Feijóo y su falta de ideas. Entrecomillado, o sea, textual y confesado, ése era el verbo, confesado por fuentes de la comisión europea.
La portavoz de la presidenta ha desmentido el comentario y no sabe de qué fuentes habla el columnista, Vidal Folch. Seguro que el periódico que dirige Pepa Bueno, tan atento a aleccionar sobre prácticas periodísticas, explicará si esto entra en la categoría de afirmación inventada, inverificable, falsedad o bulo.
Seguro que el periódico que dirige Pepa Bueno, tan atento a aleccionar sobre prácticas periodísticas, explicará si esto entra en la categoría de afirmación inventada, falsedad o bulo
A ver, Úrsula Von der Leyen, tan querida para los ministros socialistas, es una señora de derechas, del PP europeo, que se lleva bien con casi todo el mundo y que se entiende mal con el presidente de su partido, Manfred Weber, que es con quien se entiende bien Feijóo. Pero la señora Von der Leyen, que es del PP, quiere que en España gobierne su partido, que es el PP.
A Úrsula Von der Leyen la está erigiendo el PSOE a la categoría de ejemplo de política conservadora que ni siquiera habla con la extrema derecha. ¡Es el único grupo del Parlamento Europeo con el que no se reúne!, repiten los portavoces fieles al argumentario que estrenó el presidente. A ver, Úrsula Von der Leyen se reúne, porque es su obligación, con la primera ministra italiana, Meloni (querida Giorgia), de extrema derecha; con el primer ministro húngaro, Orban, de extrema derecha; y con el primer ministro polaco, Morawiecki, de extrema derecha. Los tres, por cierto, han grabado vídeos de adhesión a Santiago Abascal.
No existe el cordón sanitario a la extrema derecha en toda Europa
El estribillo éste, entonado hasta la saciedad en la Moncloa, según el cual los conservadores europeos jamás pactan con la extrema derecha tiene ya tantos agujeros que podría empezar a considerarse un caso de falsedad manifiesta -no lo llamaré mentira que luego en la oficina del presidente se ofenden muchísimo-. No existe el cordón sanitario a la extrema derecha en toda Europa, por más que lo repitan los portavoces oficiales. Sí existe en Alemania, que es un país muy parecido a España en algunas cosas y muy poco parecido en otras.
La principal, que en Alemania han gobernado ocho años juntos el Partido Conservador y el Partido Socialdemócrata. El hoy primer ministro Scholz, de izquierda, formaba parte del gobierno de Ángela Merkel, derecha. Allí ninguno de los dos grandes partidos temió desaparecer si se asociaba al otro para dirigir el país. Luego sí, en Alemania la derecha tradicional no quiere saber nada de la extrema derecha y la izquierda tradicional no quiere saber nada de los independentistas.
Esta noche, el último debate
Esta noche es el último debate. A un lado, quienes ya han gobernado juntos, Pedro y Yolanda, y juntos han borrado a Podemos de la historia de este gobierno de coalición del que tan orgullosos están ambos. Tiene razón Podemos: el Gobierno no ha sido de Pedro con Yolanda, ha sido de Pedro con Podemos, gentileza de Pablo Iglesias hoy repudiado y falsamente olvidado.
La extrema derecha que pasó de cero a cincuenta y dos escaños bajo el gobierno de coalición
Al otro lado, Abascal. La extrema derecha que pasó de cero a cincuenta y dos escaños bajo el gobierno de coalición y a la que las encuestas recortan hoy en veinte diputados su peso parlamentario. Abascal necesita ser la llave que abra (o cierre) la investidura de Feijóo.
Sin llave no hay precio que poner. Sin precio no hay sillones. Sólo a toro pasado sabrá Feijóo si le ayudó, o le penalizó, negarse a debatir con sus tres rivales. Debatir, que no pelear, debatir es la esencia del juego democrático.