OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Se consumó el bochorno"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la bochornosa elección de los magistrados de los órganos constitucionales que se ultimó ayer en el Congreso de los Diputados.

Carlos Alsina

Madrid | 12.11.2021 08:46

Enhorabuena al presidente Sánchez, a su compadre Casado, al ministro Bolaños, a su compadre Teodoro, enhorabuena a Ione Belarra, a Yolanda Díaz, a Irene Montero. Han demostrado que entre ellos, y ellas, se reparten el Constitucional y el Tribunal de Cuentas,y se repartirán el Consejo del Poder Judicial, sin que nadie se lo sancione. Los 240 diputados que se han dejado meter mano, una vez más, con disciplina ovina (y merina) pueden estar contentos. Se consumó el bochornoso fraude parlamentario. Ahora vayan y aplaudan.

Los 240 diputados que se han dejado meter mano con disciplina ovina (y merina) pueden estar contentos

Sí, es un fraude de ley. Fingen cumplir la ley cuando, en realidad, la sortean. Esquivan el verdadero papel que la Constitución atribuye al Parlamento en la preselección, examen de méritos y elección definitiva de la mayoría de los magistrados del Tribunal Constitucional.

No sólo se vulnera el espíritu de la norma, es que se hace exhibición de ello. Ahí tenemos al presidente del Gobierno, proclamando orgulloso que es deber del Ejecutivo proceder a la renovación, es decir, atribuyéndose una tarea que no tiene. Ahí tenemos a los portavoces de los grupos parlamentarios del PSOE, el PP y Podemos, simulando que cumplen con la responsabilidad que, ellos sí, tienen en este asunto cuando es evidente que no han pintado nunca nada porque sus jefes nunca han querido que pinten. Son peones. Diputados al por mayor. Gente que hace bulto.

Portavoces reducidos a la condición de capataces que le garantizan al jefe que sus designios serán atendidos por el rebaño

Qué papelón el del señor Gómez, portavoz del grupo socialsta, el de la señora Gamarra, portavoz del grupo popular, el del señor Echenique, portavoz del grupo de Podemos, reducidos los tres a la condición de capataces que le garantizan al jefe que sus designios serán atendidos por el rebaño. Parlamentarios que orgullosamente aceptan ser degradados a la condición de diputados automáticos.

"El fraude máximo: cómo esos cuatro nombres han llegado a la papeleta de los diputados"

Incluso quienes se desmarcan de la disciplina lanar, léase ovejuna, echando pestes del candidato a magistrado Enrique Arnaldo se cuidan de no cuestionar cómo ha llegado este señor a ser candidato. Y ése es el fraude máximo: el cómo estos cuatro nombres han llegado a estar en la papeleta de los diputados.

Echamos las cuentas ayer en este programa: hay más de cinco mil jueces y magistrados en España. Si añadimos juristas, es decir, abogados y catedráticos, salen varios miles más. Pongamos que, entre estos miles, los mejor formados, mejor preparados, más experimentados sean unos cuantos cientos.

La cuestión primordial es que el PSOE, el PP y ahora Podemos, sacan siempre a sus candidatos de la misma bolsa de empleo: la de los de afinidad contrastada

Ya es casualidad que habiendo tantos entre los que elegir hayan acabado en la papeleta cuatro que ya fueron propuestos otras veces por los mismos partidos para otros puestos. Ya es casualidad que los partidos tiren siempre de los mismos nombres para ocupar sus sillones favoritos. Y ésta es la cuestión última, no si Arnaldo publicó muchos o pocos artículos sobre las leyes de Zapatero. La cuestión primordial es que el PSOE, el PP y ahora tambien Podemos, sacan siempre a sus candidatos de la misma bolsa de empleo: la de los de afinidad contrastada a los unos y a los otros; los míos, los tuyos y el de Podemos.

Otra puerta giratoria que ni discuten ni combaten los tres partidos

¿Se imagina usted que el día que se conocieron los cuatro nombres no hubieramos podido encontrarles ninguna relación con ningún político, con ningún partido, con ningún juez metido en política? ¿Es que no hay jueces sin el menor interés por la política que puedan desempeñarse con eficacia en el Constitucional o en el CGPJ? Esta otra puerta giratoria que va de la asociación afín al CGPJ, del CGPJ al Gobierno (o al Gobierno autonómico), del Gobierno otra vez a la Audiencia Nacional, esta puerta ni la discuten ni la combaten los tres partidos que han consumado esta mascarada.

Este flagrante desprecio al Parlamento ejecutado con la complicidad de la mayoría absoluta del Parlamento, 240 señorías, que se han dejado meter mano.

"No, no, radicalmente no"

Se volvió a enfadar ayer el ministro Escrivá.Porque dice que no entiende de dónde sale, otra vez, que él vaya a ampliar los años que se usan para calcular la pensión. Es como si viviera este ministro en una pesadilla recurrente.En ocasiones, veo documentos enviados a Bruselas. Que no dicen lo que la prensa dice que dicen. Un bucle infernal, ministro.

La versión del Gobierno sostiene que no hay ni exigencia de Bruselas ni compromiso del Gobierno para ampliar los años de cálculo de la pensión. Y que en caso de que se amplíen, será en favor del jubilado, para que pueda añadir años en que las cosas le fueron mejor para que le salga más favorable la cuenta. Si es que todo son buenas noticias.

¿De rebajar entonces la pensión en el futuro, ministro? "No, no, no, radicalmente no". Tomamos nota. Si que está enfadado, sí. Pues lo parece, perdóneme.

Que sí, que sí, que ha quedado claro. Lo de la frase que aparece en una casilla, o cajita, del documento pero que no refleja lo que en realidad se ha comprometido a hacer. Eso digo, que no refleja, en contra de lo que ayer afirmaban todos los periódicos.

Nada, si yo no quiero nada. El día que se apruebe en el Congreso la reforma de la legislación sobre pensiones podremos confirmar qué se cambia y en qué dirección.

El estacazo más doloroso al Gobierno vino de Bruselas

En realidad, el estacazo más doloroso que llegó ayer de Bruselas fue el recorte de la estimación de crecimiento para España este año y el que viene. Mira que Gentiloni, el comisario socialdemócrata, hizo lo que pudo por ofrecer el dato poniéndole sordina para que el golpe se notara menos, pero claro, bajar del 6.2% de previsión al 4.6% es hacerle un roto al discurso del Gobierno, que hasta ahora siempre repetía eso de que éramos el país que más crecía de la Unión Europea.

Según va avanzando el año, los números se enfrían y la euforia gubernamental va estando cada vez más en entredicho

Ya era muy relativo lo de ser el que más crecíamos porque venimos de ser el que más cayó en 2020 (cuanto más caíste más fácil es que sean el que más suba ahora), pero es que con la revisión a la baja dejamos de serlo: del primero puesto caemos al décimo séptimo. Para el año que viene la previsión es mejor que para éste pero, visto lo visto, habrá que darle tiempo.

Según va avanzando el año, los números se enfrían y la euforia gubernamental va estando cada vez más en entredicho. Ahora sí que el Gobierno se ha quedado solo en su previsión de crecimiento para este año.

Sí. Sólo el Gobierno mantiene que creceremos en 2021 un seis y medio por ciento. Del siete para el año que viene, ni te cuento.