Marta García Aller: "Tenemos que hablar más del futuro, pero del de esta generación de jóvenes en apuros"
Marta García Aller analiza en 'Más de uno' la difícil situación a la que se enfrentan los jóvenes españoles, a los que cada vez les cuesta más emanciparse por la precariedad del empleo y el encarecimiento de la vivienda.
Pensar en el futuro puede ser muy inspirador. Hay pronósticos muy alentadores que apuntan a que para la próxima década, por ejemplo, en España habremos avanzado mucho en la transición verde y tendremos una energía más ecológica y una economía más sostenible. Para 2030 contaminaremos menos y produciremos más. Estupendo. Aumentará la esperanza de vida y muchas enfermedades que aún no tienen cura la habrán encontrado para entonces. Estupendo también. Otras predicciones calculan que para 2030 ya viajaremos a Marte. Mira qué bien.
Pero hay otra predicciones de las que hablamos menos y son fundamentales para entender qué país vamos camino de tener en 2030. Las predicciones de andar por casa. O sea, de por qué casa andaremos. Y eso es mucho menos alentador. Si tienes 25 años, para 2030 es muy probable que sigas viviendo en casa de tus padres. ¡Para 2030! Y si tienes 18 no es descabellado que tengas que esperar hasta 2040. Así el futuro se ve de otra manera. Desde la habitación de casa de tus padres.
España sigue a la cola de emancipación juvenil. Casi la mitad de los españoles entre 25 y 34 años sigue viviendo con sus padres. Eso es 10 puntos más que hace 15 años y como la vivienda cada vez es más cara, la cosa no mejora. Lo dice un estudio de la ONG 'Ayuda en Acción' que también predice el futuro, pero no el de los grandes avances tecnológicos, sino el del futuro de una generación que por el empleo precario y la dificultad de alquilar o comprar una casa estará atrapada hasta la próxima década en el domicilio familiar.
La edad media de emancipación en España es de casi 30 años, mientras que en la Unión Europea (UE) está entre los 26 y los 27. Eso retrasa también el proyecto de formar una familia, que muchos jóvenes de esta generación a este paso retrasarán no hasta 2030, sino hasta 2040. Para entonces no sabemos si habrá acceso a una vivienda asequible o plazas en una guardería pública para que los jóvenes que quieran tener hijos se lo puedan permitir, pero a lo mejor podemos viajar a Marte de vacaciones.
¿Moraleja?
Tenemos que hablar más del futuro, pero del de esta generación de jóvenes en apuros.