Marta García Aller denuncia la búsqueda de la "rentabilidad" en el Hospital Universitario de Torrejón: "Qué irresponsabilidad"
La periodista ha puesto el foco en Pablo Gallart, el CEO de Ribera Salud, la empresa encargada de gestionar el centro médico y en la presidente de la Comunidad de Madrid, que continúa callada.
¿Qué será más rentable, una fractura del peroné o una colonoscopia? ¿Infartos? ¿Cólicos? ¿Otitis? ¿Dan más dinero las úlceras o las epilepsias? ¿Cuánto ganaba la empresa que gestiona el Hospital Universitario de Torrejón por tener esperando de más a pacientes que necesitaban una operación? Sería interesante ver el ranking de la rentabilidad para su cuenta de resultados. A ver si estamos enfermando bien o mal. ¿Cómo aumenta el Ebitda el Excel del dolor ajeno?
Supimos esta semana, gracias a la exclusiva del diario El País, que el jefe de la empresa que gestiona el Hospital de Torrejón de Ardoz, Pablo Gallart, había ordenado inflar aposta las listas de espera para realizar menos intervenciones y rechazar pacientes no rentables para aumentar el beneficio. Pacientes no rentables, como concepto. A veces enfermamos mal. A quién se le ocurre, con estos precios.
El consejero delegado de Ribera Salud, Pablo Gallart, pedía a su equipo médico en una reunión de la que hemos conocido el audio, que hiciera ajustes en el hospital público para gastar menos en intervenciones, para necesitar así menos personal y menos medios y embolsarse la tajada de este centro público madrileño de gestión privada. Despidieron a cuatro médicos por denunciarlo.
Al principio, el Hospital de Torrejón reaccionó a los audios diciendo que se habían malinterpretado. Ya. Que no entendíamos el contexto. Pero el contexto está clarísimo. Cada euro público que no se gasta en los pacientes es un euro más para la empresa que gestiona el hospital. Tu anemia, su bonus.
Al final el consejero delegado ha dimitido tras el escándalo. Y desde la Comunidad de Madrid dicen que no sabían nada. Pero la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, que tanto presume de hablar clarito, con valentía, de esto todavía no ha dicho una palabra. Lleva años presumiendo de las ventajas de la colaboración público-privada. ¿Está segura la presidenta de que esto no pasa en ningún otro hospital? Porque el incentivo perverso del hospital de Torrejón se aplica a más centros: a menor actividad, más beneficio. ¿Basta una auditoría? ¿O el problema es el incentivo? Ayuso calla.
¿Moraleja?
Qué irresponsabilidad,
someter la salud a la rentabilidad