Marta García Aller: "Bombardear un hospital es un crimen de guerra brutal"
Marta García Aller reflexiona sobre la masacre en el hospital Al-Alhi de Gaza, donde han muerto cientos de personas que habían acudido allí como lugar seguro donde refugiarse de las bombas israelíes.
Creían que allí estarían más seguros, por eso el hospital estaba lleno. No solo había pacientes, también familias enteras que buscaban refugio. Miles de palestinos habían ido a esconderse en ese hospital porque temían quedarse en sus casas. Cómo no iban a temerlo tras semana y media bajo las bombas. Bombas israelíes que ya habían matado a más de 3.000 palestinos, de los que casi dos tercios eran niños.
Habían huido al último refugio que se les ocurrió para estar a salvo. Un hospital. Pero el hospital ha resultado ser el escenario de una masacre. Otra. Una en la que cientos de mujeres y niños han muerto creyéndose a salvo porque no tenían más sitio al que huir. No hace falta saber derecho internacional para creer que un hospital es un lugar seguro. En Gaza, no. En Gaza, el hospital Al-Alhi, es ahora es escenario de un crimen de guerra. Se cuentan por cientos los muertos y por miles los heridos. Heridos sin hospital que los cure.
¿Qué refugio seguro les queda a los palestinos para huir de los bombardeos? ¿Dónde ir cuando el único lugar donde pueden curarlos es en el que los matan? ¿A dónde vas?
No hay justificación posible para esto. La prueba es que las partes se culpan mutuamente por la explosión. Las autoridades sanitarias de Gaza dicen que fue causada por un ataque aéreo israelí. Israel dice que la explosión la causó el lanzamiento fallido de un cohete de la Yihad Islámica. Lo único verificado de momento es el horror.
Israel no se hace responsable de esta masacre. Los crímenes de guerra siempre son difíciles de aclarar. Pero en las próximas horas Israel puede aclarar otra cosa. ¿Va a seguir bombardeando Gaza después de esto? ¿Va a seguir pretendiendo que los civiles tienen alguna opción de huir del horror y la desesperación? ¿Va todavía a justificar los bombardeos de ciudades enteras en el supuesto derecho a la defensa?
Ante una masacre así solo cabe el espanto y la condena. Cabe también preguntarse cuánto más va a durar el horror. Cuánta ira futura va a justificarse en la ira pasada. Cuántos muertos más van a justificarse en los últimos muertos. Porque no serán los últimos.
¿Moraleja?
Bombardear un hospital es un crimen de guerra brutal.